Hola, soy Diego y no estudio filosofía; de hecho mis conocimientos de Filosofía son mínimos, me podeis pillar en cualquier cosa. Ahora bien, igual que el Tarot tiene al loco o necio como carta madre o principal, la filosofía también ha necesitado ignorantes para que se llegue a alguna parte. Hay filósofos que hacian creer que eran gilipollas, como Diógenes, y otros como Martín Lutero que escribían con un retrasado mental de ayudante, y alguna cosa le inspiraría.
Creo que como estudiantes de Filosofía estais aprendiendo lo básico, lo necesario para pensar con algo de lógica y un poco menos de sentido común; pero no podeis aportar nada útil hasta que no termineis la carrera y empeceis a usar vuestras herramientas para conocer el mundo real.
Por ejemplo, el debate entre valores universales y tribus particulares es falso en la práctica; porque el multiculturalismo no pretende que una sociedad fragmentada en bloques monolíticos (tribus) funciona, eso es lo que se dice a los seguidores de a pie. El multiculturalismo es una estrategia para dividir, disolver la sociedad, y aprovechar la energía liberada por todas esas masas de gente sin rumbo ni destino y enfrentadas entre sí, para imponer un sistema único, centralizado y con aspiraciones imperiales, o universales.
No es una estrategia nueva. Esto se hace desde la Antigüedad, a cosica hecha, como decimos en Murcia. Por ejemplo, los babilonios o los persas jugaban a desplazar poblaciones de una provincia a otra, para destruir las identidades locales y sustituirlas por una mezcolanza de desarraigados. En ese sindiós sólo prosperaba quien servía al Imperio, que daba los recursos y también una identidad, por cierto superior a las locales ya que no es lo mismo servir a Ciro o Nabucodonosor que al Perico de los palotes de Samaria o Iberia (luego rebautizada Georgia por los griegos).
Hoy se aprovecha la bomba demográfica en América del Sur, Asia y sobre todo África subsahariana y el mundo islámico, para disolver la Civilización Occidental (China, Japón y Rusia no, porque no se dejan, pero lo evitan precisamente haciéndose más totalitarios). A esto hay que añadir otros factores como la tecnología digital o la producción estandarizada, que ya de por sí contribuyen mucho a esta disolución y hacerlo todo puré.
No hay que confundir el Discurso que emplea el Multiculturalismo, con su Esencia y Propósito, que no tienen por qué ser explícitos. Por eso la Izquierda se siente cómoda con el multiculturalismo y con el neotribalismo, o comunitarisme como dicen los franceses; no porque la Izquierda haya renunciado a su vocación universalista y totalitaria, sino porque estos movimientos atomizadores son instrumento claro de ese Caos (vencida la Estructura occidental) sobre el que piensan edificar. El manifestante de chapa y camiseta del Ché en la mani no lo sabe, pero los que realmente piensan y dirigen los movimientos de izquierda, atajo de masones y cabrones, sí lo saben porque tienen estudios y acceso a la información relevante.
Y la derecha igual, porque la derecha y la izquierda son dos cabezas de la misma hidra, sólo aparecen antagónicas cuando se las sitúa en un plano unidimensional, pero el mundo es al menos tridimensional.