La ciencia trata de postular el porqué o la razón última de lo existente. Pero no parte de la nada sino que parte de lo aprehendido campalmente. Y es desde la aprehensión campal, que le sirve de canon o guía, desde donde la razón postula la razón o fundamento último de lo real, es decir, de lo real allende la aprehensión. Nosotros aprehendemos campalmente, es decir, relacionalmente, un árbol, un perro o un jarrón. Y la ciencia trata de decirnos cuál es la constitución última ( más allá de la aprehensión) de ese árbol, perro o jarrón. Y así postula la existencia de moléculas, átomos, ondas o partículas subatómicas que posteriormente hay que verificar mediante la experiencia científica.
Bueno, he dicho que la ciencia trata de dar razón de lo real pero he de matizar que trata de dar la razón de una parte de la realidad y no del todo de la realidad. Salvo, claro está, que alguien crea en un determinado tipo de materialismo consistente en afirmar que todo se reduce a la realidad material o a la realidad de la que nos habla la ciencia.
Dices, Darkos: “…… gran diferencia entre una onda (realidad material que es captada como tal mediante determinados instrumentos) y una idea (o sea una relación conceptual como pueda serlo la idea de triángulo, círculo...)”
La ciencia, y como he dicho, trata de postular la razón última de un aspecto de la realidad. Y así, por ejemplo, postula la existencia de una onda. Es decir, en un principio lo que hace es postular la existencia de una determinada entidad (que en principio es sólo una idea), y por tratarse de ciencia, expresada en una determinada estructura matemática, que posteriormente deberá de “verificar” mediante la experiencia científica. Eso sí, la ciencia no capta una onda como tal como no capta una fuerza como tal o como no capta un campo como tal. No, lo que hace la ciencia es lo siguiente. Asociada a esa construcción, campo, onda o fuerza, existen una serie de magnitudes o variables relacionadas de una determinada forma. Lo que hace la ciencia es medir una serie de variables o magnitudes y “ver” si es o no consistente con el ente postulado ( onda, campo, fuerza, etc). Y si lo es entonces decimos que tal ente existe. Pero insisto, dicho ente no se capta en cuanto tal ente. La ciencia postula la existencia de unos determinados entes y lo que trata de hacer, y mediante experimentos científicos, es verificar si puede afirmarse la existencia de tal ente pero no captarlor como tal.
Por cierto, Darkos, en el vídeo que nos dejaste existe una cuestión de suma importancia para la teoría del cierre categorial. Y ese problema se da en relación a la física cuántica. No soy un gran conocedor, ni pequeño, de la teoría del cierre categorial pero me pareció intuir lo siguiente. Por lo que veo Gustavo Bueno incluye también en el M1 las partículas postuladas por la física cuántica. Y efectivamente, para incluirlas debe de justificarse tal inclusión ¿Y está justificada tal inclusión? Pues bien, he dicho que no conozco la teoría del cierre categorial, pero doy por sentado que Gustavo bueno justificó tal extremo. Aunque, y en definitiva, todo se trata de qué concepción se posea en torno a la materia. Creo que Gustavo Bueno poseía una concepción de la materia desde la ontología general y varias concepciones específicas correspondientes a los mundos M1, M2 Y M3. El mundo no sería ni m1, ni m2 ni M3 sino que el mundo estaría constituido por una determinada estructuración de M1, M2 y M3.
A poco que alguien conozca algo sobre física cuántica sabrá que en dicho mundo surgen una serie de propiedades que no se dan en el mundo clásico y que muchas propiedades que se dan en física clásica ( como el concepto de trayectoria) quedan desdibujadas o se difuminan en la física cuántica. Por tanto un primer problema que se plantea es el de la naturaleza de tales entidades.
Pero es que existe un debate más profundo que ese aunque relacionado con el mismo. Y dicho debate consiste en preguntarse si la teoría cuántica se interpreta mejor desde una determinada teoría realistas o desde una determinada teoría antirealistas. Claro, el hacerlo desde una o desde otro hará que dichas entidades pertenezcan o dejen de pertenecer al mundo M1.
Casualmente en la actualidad me estoy releyendo el libro de Francisco José Soler Gil que lleva por título: “Aristóteles en el mundo cuántico”. En dicho libro se defiende la tesis de que el concepto aristotélico de sustancia sirve para describir la realidad de los entes de la física cuántica. Es más, dicho autor considera que para defender una concepción realista de la física cuántica se tiene que considerar que los entes que describe la física cuántica “caen” bajo la denominación de sustancia aristotélica. Dicho autor considera una sustancia ( en sentido aristotélico) como una entidad que, al menos en teoría, puede existir, si quiera durante un breve intervalo de tiempo, con independencia de la existencia de las demás entidades del mundo, ( a excepción de sus propios rasgos, partes o estructuras esenciales), y que puede ser caracterizada como un todo (ejemplar de una especie) por medio de unos determinados rasgos, un determinado comportamiento y (eventualmente) determinadas estructuras.
De ser así, entonces, y obviamente, tan objeto sería una partícula cuántica como lo sería un árbol, aunque poseyeran propiedades diferentes, porque ambos pueden ser categorizados bajo el concepto de sustancia aristotélica ( y por tanto, ambos pertenecerían al mundo M1). Lo que me gustaría saber, y ya he dicho que conozco poco la filosofía de Gustavo Bueno, no es si él interpreta la física cuántica en términos realistas ( lo doy por supuesto dado que incluye dichos entes en el mundo m1) sino cuál es el concepto o categoría de materia que defiende para el mundo M1. Es decir, para el Profesor Soler Gil el que un árbol y un ente cuántico puede ser incluidos dentro del mundo 1 se debería a que ambos entes caen bajo la categoría de sustancia aristotélica. ¿ Ocurre lo mismo con el profesor Gustavo Bueno? ¿ Cuál es aquella categoría por la cual el profesor Gustavo Bueno considera que una piedra o un neutrino pertenecen a M1?