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TEMA: La neutralidad del Dasein de Heidegger

La neutralidad del Dasein de Heidegger 23 Dic 2023 20:48 #80750

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¿Cuántas rondas de votación, 1 ó 2 o qué?

No sé bien de qué va esto, porque no sigo mucho este hilo, pero la expresión "Der Blaue Dasein", en lo que llega mi alemán, no está bien construida:

1) Cuando se convierte un infinitivo en sustantivo (en este caso da-sein, estar ahí) la palabra es de género neutro. Por eso no habría que utilizar el artículo masculino (Der) sino el artículo neutro (Das).

2) En alemán los sustantivos se escriben siempre con mayúscula, pero no los adjetivos que siempre se escriben con minúscula. Así que "Blaue" debería llevar minúscula inicial.

Por tanto, salvo que me equivoque, que puede ser, o haya algún motivo por el que se quieran cometer intencionadamente faltas de ortografía en la expresión, la forma correcta de escribir "La existencia (o el estar-ahí) azul", sería "Das blaue Dasein".

Un saludo.
Bin ich doch kein Philosophieprofessor, der nöthig hätte, vor dem Unverstande des andern Bücklinge zu machen.
No soy un profesor de Filosofía, que tenga que hacer reverencias ante la necedad de otro (Schopenhauer).


Jesús M. Morote
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La neutralidad del Dasein de Heidegger 23 Dic 2023 21:17 #80751

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Nolano escribió:

No sé bien de qué va esto, porque no sigo mucho este hilo, pero la expresión "Der Blaue Dasein", en lo que llega mi alemán, no está bien construida:

1) Cuando se convierte un infinitivo en sustantivo (en este caso da-sein, estar ahí) la palabra es de género neutro. Por eso no habría que utilizar el artículo masculino (Der) sino el artículo neutro (Das).

2) En alemán los sustantivos se escriben siempre con mayúscula, pero no los adjetivos que siempre se escriben con minúscula. Así que "Blaue" debería llevar minúscula inicial.

Por tanto, salvo que me equivoque, que puede ser, o haya algún motivo por el que se quieran cometer intencionadamente faltas de ortografía en la expresión, la forma correcta de escribir "La existencia (o el estar-ahí) azul", sería "Das blaue Dasein".

Un saludo.

Nolano, gracias por la aclaración, ya que la propuesta del título en alemán fue mía. No hablo alemán, por tanto bienvenida sea la corrección. Hice un juego de palabras con la película “El ángel azul” (Der blaue Engel) y sustutuí directamente “Engel” por “Dasein”.

Efectivamente, el profesor Berciano dice a este respecto lo siguiente:

“Heidegger dice que no ha escogido el título «hombre», sino el título neutral «das Dasein». Esta «neutralidad propia del título «das Dasein» es esencial, porque la interpretación de este ente ha de ser realizada antes de toda concreción fáctica». Esta neutralidad indica también que el Dasein no es ninguno de los dos sexos. Pero esto no significa que no sea nada, ni que se trate de un indiferente «todos y ninguno»; tampoco significa que se trate de la nulidad de una abstracción. Por el contrario, das Dasein en su neutralidad indicaría «la positividad originaria y la potencia de la esencia»; o como dice poco después, la potencia del origen que trae en sí la posibilidad interna de cada humanidad concreta fáctica».

En “¿Qué es concretamente el «Dasein».en la filosofía de Heidegger?”. Modesto Berciano.

Gracias por la corrección.
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La neutralidad del Dasein de Heidegger 23 Dic 2023 22:01 #80752

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Futaki escribió:
Efectivamente, el profesor Berciano dice a este respecto lo siguiente:

“Heidegger dice que no ha escogido el título «hombre», sino el título neutral «das Dasein». Esta «neutralidad propia del título «das Dasein» es esencial, porque la interpretación de este ente ha de ser realizada antes de toda concreción fáctica». Esta neutralidad indica también que el Dasein no es ninguno de los dos sexos. Pero esto no significa que no sea nada, ni que se trate de un indiferente «todos y ninguno»; tampoco significa que se trate de la nulidad de una abstracción. Por el contrario, das Dasein en su neutralidad indicaría «la positividad originaria y la potencia de la esencia»; o como dice poco después, la potencia del origen que trae en sí la posibilidad interna de cada humanidad concreta fáctica».

En “¿Qué es concretamente el «Dasein».en la filosofía de Heidegger?”. Modesto Berciano.

Gracias por la corrección.

(Subrayado mío.)

Cuando terminé la carrera de Filosofía en la UNED me matriculé en el CUID (Cursos de Idiomas a Distancia) de alemán. Me venía muy bien profesionalmente, porque aquí en Mallorca el mercado alemán es muy potente. Tengo hasta el diploma B2 de alemán. Quizá a alguien le interese esta información sobre idiomas. También tengo el B2 de inglés en los CUID.

Lo que afirma este profesor es lingüísticamente correcto, por cuanto, como ya dije en mi mensaje anterior, los infinitivos sustantivados en alemán son palabras de género neutro. Pero filosóficamente no es muy correcto ("Esta neutralidad indica también que el Dasein no es ninguno de los dos sexos"). Es un abuso interpretativo muy parecido (aunque no tan escandaloso) al de aquel profesor que afirmaba que Kant tenía tanto respeto por la razón que la escribía con mayúscula ("Kritik der reinen Vernunft"), ignorando que TODOS los sustantivos en alemán se escriben con mayúscula inicial.

Pues con los géneros gramaticales en alemán ocurre lo mismo: no tienen nada que ver con el sexo. Esa es una cuestión que trae a mal traer a todo estudiante de alemán, porque no se puede uno guiar por el sexo para el uso de los artículos. Por ejemplo, la joven o doncella es "das Mädchen", género neutro y no femenino (Schubert compuso un famoso "lied" titulado "Der Tod und das Mädchen", la Muerte y la doncella, donde vemos también que la Muerte en alemán es de género masculino). El Sol es femenino y la Luna masculina; el perro (der Hund) es masculino, aunque tenga ovarios, pero el gato (die Katze) es femenino, aunque tenga sus buenos testículos. O sea un sindiós. Hay que aprenderse el género palabra por palabra.

Por eso es imposible que el neutro de "das Dasein" tenga significado metafísico alguno. Es simplemente el uso del lenguaje alemán el que impone el neutro gramatical, sin más matices extraños que pueda querer ver algún "listillo". Seguramente ese profesor Berciano no habla alemán, ni siquiera lo conoce a un nivel medio, porque, si no, es imposible que haga esa asociación entre el neutro de la palabra "Dasein" y un asexuado fulano que está ahí existiendo "antes de toda concreción fáctica". Desde que uno empieza a estudiar el nivel A-1 de alemán se aprende eso.

Por otro lado, esta afirmación: "Heidegger dice que no ha escogido el título «hombre», sino el título neutral «das Dasein»", es enormemente desafortunada. Efectivamente, a diferencia de la mayoría de las lenguas de nuestro entormo (las latinas y el inglés), en alemán no usan una sola palabra ("hombre", "man", "homme", "uomo", etc.) para referirse tanto a un varón como a un individuo de la especie "homo sapiens". Los alemanes para el varón usan "Mann", mientras que para el el individuo homo sapiens utilizan "Mensch". Por lo tanto tan neutral es "Mensch" como "Dasein", desde el punto de vista biológico, aunque no desde el punto de vista gramatical, pues "Mensch" es de género masculino y "Dasein" de género neutro.

Aunque el pensamiento "inclusivo" y demás hayan hecho una guerra cultural del género gramatical, no es lo mismo el género gramatical que el género biológico. Pero bueno, allá cada cual con el pisto mental que se forme en su cabeza.

Un saludo.
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Última Edición: 23 Dic 2023 22:28 por Nolano.
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La neutralidad del Dasein de Heidegger 23 Dic 2023 23:29 #80753

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No creo que la culpa sea del profesor Berciano, sino mía al haber recogido ese párrafo descontextualizado. Berciano fue Catedrático de Metafísica de la Universidad de Oviedo, Teólogo y experto en Heidegger. Estudió en Alemania. Falleció en 2017.

Su página en Dialnet:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=28496

Reseña de una de sus obras sobre Heidegger:
https://www.academia.edu/96274044/La_revolución_filosófica_de_Martin_Heidegger_de_Modesto_Berciano_Villalibre

El artículo citado:
https://institucional.us.es/revistas/themata/10/04%20berciano.pdf
Última Edición: 23 Dic 2023 23:49 por Futaki.
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La neutralidad del Dasein de Heidegger 24 Dic 2023 00:22 #80756

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Futaki escribió:
No creo que la culpa sea del profesor Berciano, sino mía al haber recogido ese párrafo descontextualizado. Berciano fue Catedrático de Metafísica de la Universidad de Oviedo, Teólogo y experto en Heidegger. Estudió en Alemania. Falleció en 2017.

Desde luego, no parece que Berciano ignorara el alemán. Pero puede ser uno de tantos que cayó en la "trampa de Heidegger". En su momento estudié un poco a Heidegger hasta que me cansé de tanta cháchara insustancial e improductiva (y un tanto resentida con un mundo que había dado al traste con sus ideales primeros, tras la debacle alemana de la Segunda Guerra Mundial). Pero, por razones para mí cada vez más inescrutables, hay multitud de filósofos fascinados por ese lenguaje abstruso y encima difícilmente entendible incluso leído en el original alemán, cuánto más en traducciones a lenguas latinas.

Me adentraré un poco más en ese artículo de Berciano y en la referencia que hace al propio Heidegger en ciertas clases impartidas un año después de "Ser y Tiempo", a ver qué averiguo al respecto. En especial, cuando Berciano comenta que "Heidegger no ha escogido el título 'hombre', sino el título neutral 'das Dasein'", intentaré averiguar si Heidegger dijo 'Mann' o dijo 'Mensch' (probablemente esto último) y en qué sentido la "neutralidad" que al parecer invocó Heidegger era una neutralidad ontológica o una neutralidad gramatical.

A diferencia del pensamiento latino, el pensamiento germánico es extremadamente lingüístico y poético. Yo me he inventado una frase que repito a menudo en relación con el alemán; esta lengua tiene unas reglas bastante estrictas sobre la colocación de las palabras en las frases, cosa que la libertad sintáctica y flexibilidad de las lenguas latinas no tiene, así que mi frase es: "los españoles vamos hablando según vamos pensando, así que hablamos sin pensar, a diferencia de los alemanes, que tienen que pensar antes de hablar, pues para configurar su frase tienen que haber estructurado antes el pensamiento que quieren expresar". Aunque generalmente se piensa lo contrario, los alemanes son muy románticos y su pensamiento está teñido de poesía, en el sentido de ser muy sensibles a la expresión lingüística, que tiñe el contenido. Mucho más de lo que nos ocurre a nosotros, que, quizá debido a la consolidación del latín y las lenguas latinas muchos siglos antes que el alemán, ya damos por descontada la formalidad del lenguaje y asumimos su "transparencia" respecto del pensamiento.

Eso no les ocurre a los alemanes, y por eso aprecian tanto a Lutero (cuya importancia lingüística en el alemán es equiparable o superior a su aportación teológica) o a alguien como el Maestro Eckhart, cuya importancia radica en haber "traducido" al alemán la filosofía escolástica latina, y no otra, por lo que es un "filósofo" irrelevante para nosotros, pero crucial para la Filosofía germánica.

Un saludo.
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La neutralidad del Dasein de Heidegger 24 Dic 2023 01:00 #80757

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Acerca de valor de la filosofía de Heidegger no soy la mejor persona para opinar, ya que no conozco su obra lo suficiente como para poder juzgarlo con criterio. Ni siquiera lo he leído directamente, más allá del amarillismo de su intercambio epistolar con Hannah Arendt. Si conozco mejor la filosofía de algunos discípulos tardíos como Derrida, del que me atraen algunos conceptos.

En cuanto a la cuestión lingüística mencionada acerca del alemán y su comparación con las lenguas latinas, merecería un hilo aparte. Se encuadraría en los estudios que analizan la relación entre lenguaje, pensamiento y realidad; es decir, los que opinan que el lenguaje determina el modo en que concebimos la realidad (la conocida como hipótesis Sapir-Whorf) y los que opinan lo contrario, como sucede con Chomsky y la escuela generativista.

El alemán tiene una estructura menos libre sintácticamente que el español o el italiano (no hablo de todas las lenguas latinas, porque por ejemplo el francés es menos libre en su orden). Pero en estas lenguas se tiende a un orden, el llamado SVO o SPC (Sujeto+Verbo+Complementos):

Hay una ley lingüística que es casi inexorable: cuanto mayor esfuerzo hace una lengua en uno de sus niveles (fonológico, morfosintáctico, fonológico), menos esfuerzos hace en otros. Por ejemplo, en inglés es obligatorio que el sujeto aparezca expreso (salvo en inglés más coloquial), y ello conlleva una mayor pobreza en la derivación morfológica verbal. Las lenguas latinas son más ricas en esa derivación y este exceso permite una mayor de otros elementos oracionales (como el sujeto). Con todo, el orden fijo de las oraciones se puede modificar mediante otros recursos. Por ejemplo, en inglés la pasiva perifrástica es mucho más frecuente que en español, de manera que el agente aparece en el predicado y el paciente en función de sujeto, de manera que se altera el orden de las palabras y, por consiguiente, el orden con que son expresadas las proposiciones.

Efectivamente, los alemanes poseen, al menos en literatura, una cultura romántica muy importante. No obstante, no es menor la de los españoles. Por ejemplo, Sebald decía que en España no se produjo nunca una verdadera explosión del Romanticismo porque la literatura española siempre ha tendido a él, a la ruptura de las normas. Y esto también ocurre en la literatura inglesa. Sin embargo, los franceses, de lengua latina, son los clasicistas por antonomasia. El país de la querella entre los viejos y los modernos.

En definitiva, en mi opinión (que no es acto de fe, porque es un tema muy controvertido), las lenguas no definen el carácter de las personas. Son los aspectos culturales, ambientales, históricos, religiosos, filosóficos, etc. los que caracterizan el espíritu de los pueblos.

Un saludo
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La neutralidad del Dasein de Heidegger 25 Dic 2023 13:54 #80770

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Abro este hilo para mover a él los mensajes publicados en otro hilo y no dispersar este, que tiene otra temática principal.

Espero que este nuevo hilo pueda dar algo de sí.
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La neutralidad del Dasein de Heidegger 26 Dic 2023 13:45 #80783

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Traigo en primer lugar un mensaje de Xna sobre el tema que se quedó en el otro hilo y me parece muy relevante:

Xna escribió:
Futaki escribió:
Esta «neutralidad propia del título «das Dasein» es esencial, porque la interpretación de este ente ha de ser realizada antes de toda concreción fáctica». Esta neutralidad indica también que el Dasein no es ninguno de los dos sexos.

Xna escribió:
Tengo un trabajo del máster que versa sobre esto que comentas. Es un diálogo entre Heidegger y J.Butler. Hoy no puedo hablaros de ello. Mi casa ha sido invadida por parientes y amigos, además de por la gripe A, por lo que queda de fiestas (espero que la gripe se vaya antes) que, oficialmente, no han empezado, pero por aquí ya llevamos dos días de adelanto. En próximos días, sí estáis interesados, os cuento más cosas. En cuanto a la votación, mañana doy mi propuesta, hoy tengo que recoger un buen tinglado, se han pirado todos y me han dejado todo el "fregao", cría cuervos..

Edito: en el sentido de restarle méritos al asunto

Más azul
Última Edición: 27 Dic 2023 09:13 por Moderador 3.
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La neutralidad del Dasein de Heidegger 26 Dic 2023 14:00 #80784

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Como ya dije, no sé alemán y mis conocimientos de Heidegger son rudimentarios. Mi comentario, por tanto, sirve más de marco que de contenido. Antes de nada, las palabras entrecomilladas del artículo de Modesto Berciano son del propio Heidegger (traducido al español), no de Berciano.

Me resultó curioso que "doncella" sea neutro en alemán. En una búsqueda rápida y poco profesional por internet he visto que es una palabra derivada (probablemente de "Magd") a la que se le añade el diminutivo "chen". En alemán, según he aprendido, las palabras con terminación en diminutivo son neutras. En mi opinión, es una circunstancia bastante lógico si la terminación del diminutivo es invariable. Además, los diminutivos se sitúan en una zona gris de la morfología, entre la flexión y la derivación. Si la lengua posee un género neutro, como es el caso del alemán, es un compartimento lógico en el que encuadrarse.

Del género
El género, como bien dice Nolano, es una categoría gramatical. Es un elemento de cohesión textual importante en lenguas de orden libre (como el latín) para establecer las concordancias. Además, en un número limitado de casos, posee también una función semántica distintiva. En español, todos los sustantivos tienen género (masculino o femenino), pero solo un pequeño grupo tiene flexión de género. En el caso de seres animados, la flexión de género sirve para distinguir lo masculino de lo femenino (alumno/a, niño/a). Los adjetivos y los satélites del sintagma nominal ("adnominales") no tienen un contenido morfemático propio de género, simplemente poseen flexión de género; es decir, acomodan sus terminaciones al género impuesto por el sustantivo. Estos conceptos, propios de la lingüística moderna, se encuentran sorprendentemente recogidos ya en la Minerva de El Brocense (1587).

Como es bien sabido, en español el género masculino aplicado a seres animados, es inclusivo (puede incluir referentes de sexo femenino). Por el contrario, el femenino es exclusivo, solo denota a seres de sexo femenino. A veces este concepto se entiende mal y hay quien cree que se puede decir "La abogado sagaz". Esto es tan absurdo como decir "La niño sagaz", ya que "abogado" tiene flexión de género. Hay también defensores de que se diga "juez" y no "jueza" y aluden a cuestiones etimológicas. En latín "juez" ("iudex") era neutro ya que -según algunos- el juez y la palabra que lo designa son imparciales. En mi opinión, quienes opinan de esta manera caen en el mismo error de confundir sexo y género gramatical. "Juez", en español, es masculino. Otras palabras, en cambio, todavían vacilan en su flexión da género por cuestiones morfofonológicas. Por ejemplo, los hablantes no muestran resistencia a decir "doctora", pero sí "médica".

El género tiene también funciones distintivas en seres inanimados. Así, distingue tamaño o cantidad ("barco-barca", "río-ría"); el árbol de su fruto ("naranjo/a", "manzano/a"); lo individual de lo colectivo ("leño-leña"). Queda fuera de esta distinción otros pares mínimos como "acero/acera", cuya distinción no es de género, sino meramente fonológica.

En las lenguas indoeuropeas la noción de género es, en su mayor parte, muy arbitraria. La "pared" y el "muro" son sustantivos femenino y masculino respectivamente sin que exista razón lógica para ello. Esto es, no hay una sustancia común entre "muro" y "gato" que nos permita establecer criterios universales de género masculino (o femenino). Por consiguiente, se establecen por herencia y convención. Es una categoría arbitraria en cuanto a su sustancia, salvo en los casos antes señalados. De hecho, algunos antiguos lingüistas como Delacroix o Bally sostuvieron que el género era un lujo del lenguaje sin relación con la lógica.

No obstante, no hay que olvidar que en indoeuropeo el género se aplicaba a los sustantivos para distinguir entre sexos. Por consigiuiente, era un género natural. La noción de género natural ha perdurado en la historia de las gramáticas, contraponiéndola a la de género gramatical. En la moderna lingüística ya no se habla de género natural al describir las lenguas modernas, pero hay que recordar que la distinción entre el masculino y lo femenino a través del género es propia de las lenguas indoeuropeas y de ahí proviene.

En la Antigua Grecia, Protágoras, Aristóteles y los estoicos distinguieron tres géneros: el masculino, el femenino y el neutro. Dionisio de Tracia incluyó también el epiceno y el común. Por último, Donato añadió el ambiguo. Estas seis formas están recogidas por Prisciano en sus Institutiones Grammaticae, obra de referencia de los estudios gramaticales durante buena parte de la Edad Media. No obstante, concluye que los géneros esenciales son el masculino y el femenino. Es de notar que Prisciano es un gramático de los siglos V-VI; por tanto, el latín se situaba ya en lo que tradicionalmente se conoce como la época del protorromance. Ya en el s.II había aparecido el artículo en amplias zonas de la Romania y el sistema de casos (nominativo, acusativo, etc.) había decaído en beneficio de las preposiciones. En definitiva, estos y otros factores propiciaron las circunstancias adecuadas para la desaparición del género neutro.

En otras lenguas, el género admite otras muchas funciones, como distinguir seres animados de seres inanimados. Hay lenguas africanas donde se diferencian hasta 60 tipos de géneros diferentes Esta sobreabundacia de géneros se compensa con un menor coste en otras categorías o relaciones gramaticales.

A pesar de que el género sea un concepto gramatical cuya relación con la distinción sexual se da en un número muy limitado de sustantivos y pronombres, la escritura ha jugado muchas veces con la distinción sexual del género, lo que a veces se denomina "género erótico". La poesía de cancionero o la poesía renacentista deudora de ella así lo expresaron, a veces con tintes panteístas. En la poesía moderna Alberti es buen ejemplo (El mar, la mar...).

La filosofía emplea a menudo todo el potencial expresivo de las palabras, ya sea en referencia al género, a las etimologías o a cualquier otro elemento del lenguaje. Por tanto, no me parecería descabellado que Heidegger inventase a propósito un término compuesto de infinitivo + adverbio para expresar un género neutro, desamparándolo así de cualquier referencia al sexo biológico (o amparando a todos los sexos). Pero aquí, que hablen los expertos en Heidegger y los conocedores de la lengua alemana.
Última Edición: 27 Dic 2023 09:13 por Moderador 3.
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La neutralidad del Dasein de Heidegger 26 Dic 2023 14:39 #80785

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Que Dasein es "neutral" no refiere a una característica gramatical del término sino ontológica.

Este aspecto del Dasein aparece desarrollado en muy pocas páginas de las lecciones del último curso que imparte M. Heidegger en Marburgo, en el semestre del verano de 1928, un año después de la publicación de Ser y tiempo, reunidas bajo el título de Principios Metafísicos de la Lógica.

Para comprender el carácter neutral del Dasein y no enredarnos mucho en la trama óntica y ontológica que teje M. Heidegger, habría que aclarar algunos términos y así podremos ser conscientes del viaje que vamos a emprender.

Dasein es fáctico en un plano óntico y tiene el carácter metafísico neutral en el plano ontológico, antes de su concreción fáctica. Así que vamos a oponer el “yo” del Dasein con el “ser sí mismo” y es que Dasein es el ente que es cada vez sí mismo. Al Dasein hemos de comprenderlo a priori sobre la estructura de su ser denominada estar-en-el-mundo (In-der-Welt-sein) que es un existencial, una estructura de su existencia, ex – sistere, Dasein es el ente que sale de sí. Esta estructura de estar-en-el-mundo refiere a habitando el mundo y estando familiarizado con él.

Por facticidad (Faktizität) Martín Heidegger refiere a la realidad primaria de la experiencia fáctica de la vida. En lo fáctico el Dasein se va a encontrar ante una determinada elección frente a lo que es todavía posible, ante la que el ente que puede decir “yo” (Dasein) se hace accesible a “sí mismo”.

Adelante, estamos situados en un nivel de comprensión óntica que es preontológica y en el que existir permite elegir entre ser "sí mismo" o no, porque Dasein (ser-ahí), que será testigo e interrogado, se presenta a sí mismo como lo más cercano desde un punto de vista óntico, pero como lo más lejano desde un punto de vista ontológico, por estar inmerso en una inevitable red de relaciones que le constituyen y urge desentrañar.

Ese ente que es un determinado “yo” y no otros, que se define como aquello que permanece pese al cambio de actitudes, de comportamientos, de vivencias y que en esa continuidad se relaciona con la multiplicidad siendo “el mismo”, pese a las diferencias, nos resulta evidente, pero cada vez que dice “este soy yo”, vuelve a esquivarse, pues es indeterminado desde un punto de vista ontológico. En el campo de lo óntico ha acertado, pese a estar encubierto desde un punto de vista ontológico, y es que su sustancia no es la síntesis de alma y cuerpo. Su sustancia es la existencia, el salir de sí.

Otra estructura constitutiva, existencial del Dasein, de cada Dasein, sería el coestar (mit-sein). No hay un mero sujeto sin mundo, ni un yo aislado sin los otros. Son estos otros aquellos de los que uno generalmente no se distingue y con los que está, de manera que el mundo deviene algo en común.
Una estructura existencia más, última, lo prometo: el “uno” (Das man), que no es nadie determinado y que son todos. Es la nivelación de toda posibilidad de ser. Y es que el Dasein cotidiano, absorto en el mundo de los otros, ya no es él mismo y, distante, se pasa desapercibido.

Así que estamos inmersos en la medianía, nivelados, como modos de ser del “uno”, aceptando las interpretaciones del mundo y de nosotros mismos, como ente finito, también de los demás entes ejemplares (Daseins), sin ahondar en las cosas, ajenos a la diferencia o a la autenticidad, dando por sabido y accesible lo que nos ha quedado encubierto.

El carácter del “sí-mismo” que existe en forma propia se distanciará en un abismo ontológico de esa identidad del “yo” que se mantiene invariable a través de la multiplicidad de vivencias. Y ¿cómo ocurre esto? Desde el momento en que se pone al descubierto la “temporeidad”, una comprensión que no es otra cosa que el aprehender el conjunto de todos los fenómenos que son la constitución existencial del Dasein en sus últimos fundamentos. Ya vimos que para Heidegger óntico (concreción fáctica) y ontológico están tramados, no cabe una lectura dualista.

Entonces ya podemos volver a aquellas lecciones de 1928 en Marburgo, tras sobrevolar a gran velocidad por Ser y tiempo. En ellas va a hablar de la “trascendencia” del Dasein para esclarecer su existencia general. Por “trascender” entenderemos un ir más allá de la tradicionalmente pensada relación entre un sujeto y un objeto y es que, en última instancia, tras acceder al ser del ente y al ser del Dasein mismo, el punto de mira se orientará hacia el ser en general. Esta es la propuesta filosófica del Primer Heidegger.

En esta trascendencia dispersa se encuentra la esencia metafísica del Dasein neutral y conforma su carácter originario de arrojado. Se concibe “la trascendencia” como la posibilidad de unificar toda división y disgregación fáctica y existencial del ser-ahí que, en su corporeidad, le proyecta en medio de la naturaleza y en medio de otros entes.

Y por fin llegamos a aquello que cuestiona el hilo abierto: ¿a qué refiere ese carácter neutral del Dasein?

M. Heidegger se apoyará en la expresión “neutral” del Dasein y desvelará la relevancia de esa “neutralidad”, ya que su interpretación será anterior a cualquier concreción fáctica.
Esta “neutralidad” significa que el Dasein no es ninguno de los dos sexos. El Dasein tiene el carácter de asexual en el sentido de que no es, en su neutralidad, indiferentemente nadie y todos, “sino la originaria positividad y potencia de la esencia”. Si el Dasein existe en cada caso en su fáctica concreción, el Dasein neutral es la fuente originaria que brota en todo existir y que contiene en sí la posibilidad de toda concreta humanidad fáctica.

Estamos ante uno de los rasgos ontológicos del Dasein quien, al abrirse al mundo, no se remite en los términos “mujer” y “hombre” ni con referencia a sus atributos fisiológicos. Es en el transcurso de esta apertura cuando se hará posible la corporalidad y la sexualidad en su fáctica dispersión. Esto no hace del Dasein una abstracción "sino el peculiar concreto de lo originario, el todavía-no del fáctico estar-disperso". El Dasein en cuanto fáctico estará distribuido en un cuerpo y disociado en un determinado sexo.

Heidegger aprecia en esta neutralidad metafísica del Dasein, situada en ámbitos primarios, originarios y anteriores, la condición de posibilidad de la concreción fáctica, que viene a determinarse con y por el uno-con-otro, al investirse de cuerpo y existir con los otros entes ejemplares y es que la estructura ser-en-el-mundo es intersubjetiva e impacta en la condición de la corporeidad y la alusión a la diferencia sexual.

Que la neutralidad como peculiaridad del ser ahí suponga que el Dasein no es ninguno de los dos sexos, no refiriere a aspecto negativo alguno, ni lo sume en la indiferencia, sino que es la originaria positividad de la esencia y muestra el carácter potencial y abierto del Dasein previo a su concreción. La multiplicación se encontrará en cada Dasein fácticamente individualizado como tal, pues es en la dimensión primaria del Dasein. El cuerpo será organizador de ese elemento múltiple que se encuentra primariamente en cada Dasein.

El Dasein neutral no es el yo, ni cualquier ente ejemplar aislado, no es la egoidad de cualquier individuo. Su cualidad esencial es su pertenencia a “sí mismo” (Selbst) en su propia existencia, su “mismidad” (Selbstheit). El “yo” como objeto de observación no dice nada sobre el “sí mismo”. Desde la neutralidad ontológica se expresa la libertad metafísica y “abre al Dasein a su concreción por medio de un arrojamiento que lo dispersa en el mundo y lo diversifica."

Después, en las lecciones impartidas por Martín Heidegger en 1928-1929, Introducción a la filosofía, incorpora el término “rompimiento” en relación con la neutralidad, cuando acontece la concreción del Dasein en el sexo dual, siendo en el marco del ser-unos-con-otros, donde se produce la disyunción entre una concreción masculina y otra femenina.

Desde estas estructuras ontológicas, Heidegger nos muestra al Dasein neutro como un ser dinámico en constante proceso de efectuación, alejándose de posiciones materialistas y sexuales, lo que podría hacer pensar que Heidegger se muestre crítico con la categoría esencialista del sexo ya que podría ser un error leer a los seres humanos como presencia fija y objetiva. Determinaciones biológicas, étnicas, religiosas culturales… pertenecerían a la concreción fáctica del ser-ahí como ente con género y sujeto a las interpretaciones y prejuicios del uno público.

Disculpad el largo desarrollo pero creo que era importante introducir algunas explicaciones de los términos antes de abordar la neutralidad del Dasein.
Última Edición: 27 Dic 2023 09:14 por Moderador 3.
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