Bueno, Conrado, una vez que Martínez ha decidido poner ese texto en su asignatura, a lo mejor la editorial ha considerado que podía sacar algún provecho de esa obrita olvidada que a nadie interesaba hasta ese momento. No será un best seller, pero algo dará de sí la cosa.

Nolano escribió:
Al parecer se trata de una simple reedición, en donde se han mantenido hasta las erratas

Lo que más me "agrada" es la claridad de exposición de este texto. Tiene la virtud, casi en cada página, de hacerte sentir la sensación de no saber de qué (***) está hablando.

Nolano escribió:
Pues ahora que lo dices recuerdo que hablando con una compañera, que se dedica al mundo editorial, me contó que el criterio que siguen muchas veces las editoriales para publicar un libro de filosofía es que éste figure como bibliografía obligatoria de alguna asignatura. Es decir, que se quieren asegurar de que la venta esté asegurada. Máxime si se trata de libros de filosofía, que suelen tener por lo general un número muy limitado de lectores y potenciales compradores (vende menos la filosofía que la prensa rosa).

Y bien mirado parece tener bastante sentido. O si no, ¿alguien piensa que libros como los de quien te dije iban a tener salida inmediata si no es porque figuran en las guías de las asignaturas de la UNED? Para las editoriales los libros, es decir, las ideas se miden por su valor de cambio (que se vendan bien y generen beneficios), que no por su valor de uso (lo buenas que sean para la sociedad aunque no se vendan mucho). Lo que significa básicamente que por muy buenas ideas que tengas, si no se venden bien no te las publican.

La filosofía es mal negocio para las librerías. Aún así todavía quedan grandes librerías que apuestan por ellos. Algo de mercado hay, pero muy restringido. Y la crisis no ayuda.

Lo curioso es cómo, en esos libros-objetos mercantiles, gente como Deleuze habla de la mercadotecnia como lo más deleznable de este mundo. En fin, que una cosa es predicar y otra dar trigo.

Nolano escribió:
Tu comentario me ha recordado la opinión de mi antiguo profe de Historia de la Filosofía de Bachillerato sobre este filósofo: "Deleuz-nable". Parece ser que se trata de un pensador que suscita opiniones radicales: o muy a favor o muy en contra. Yo le tengo mucho respeto a Deleuze, pero cuando lo leo me parece estar leyendo algo así como prosa poética de otro mundo. Bueno, ¿la Metafísica no dicen que está entre la Ciencia y la Poesía?

Nolano escribió:
Claro, por aquello de que las palabras conmueven, pero los ejemplos arrastran. Por ejemplo: muchos quieren educación y sanidad gratuita y de calidad, pero a ser posible con el dinero del otro. Y así podríamos multiplicar hasta el infinito las muchas contradicciones e hipocresía de nuestra sociedad española presente.

Dice Conrado, no se si saliéndose del tema pero allá va
Esto da para mucho es uno de los grandes temas de controversia del liberalismo y socialismo.
Me toca muy de cerca y me gusta y estoy de su parte pero con condiciones: Échame pan y llámame gorrión. Y dame una vivienda y un Inserso de ensueño y una paga de más de 1000€, medicinas gratis, piscinas y transporte gratis ¿Añado algo? Claro y la beca pero de 6000€, matrícula gratis, jueves movida y hasta el lunes y una que te abanique. Podría contar un montón de cosas pero son personales y tal vez solo sirvan para cotilleo

Entraría aquí ese concepto de GORRÓN

pulpo escribió:
Bueno, según Deleuze, eso sería un devenir-gorrión, ¿no? ¿O más bien un devenir-cuco?

Qué problema ontometafísico plantean vuestras palabras. Si hay un devenir-pájaro reconocido y bendecido por el mismísimo Deleuze (el de la música de Mozart del texto que facilitó Marina), ¿es posible que exista un devenir-gorrión o un devenir-cuco? ¿No quedaría subsumido ya el devenir-gorrión en el devenir-pájaro? ¿Hay devenires-género y devenires-especie? Creo que esta noche no voy a dormir.

Deleuze escribió:
Nolano escribió:
Yo creo que sí, puesto que si para Deleuze existe un devenir-animal y un devenir-pájaro, no veo por qué no va a existir un devenir-gorrión. O incluso un devenir-subespecie (piensa, por ejemplo, en el devenir-ratón-de-campo y el devenir-ratón-de-ciudad del célebre cuento. Y que entre ellos se produjo, probablemente, un encuentro deleuziano...).

Pero... ¿alguien me puede explicar por qué la música de Mozart está impregnada de un devenir-pájaro?