Dices, Silvanus:
“Respecto al problema de la ciencia, a saber: ¿la ciencia moderna será capaz de responder a esas últimas preguntas?
Veo que te encantan las especulaciones que no llegan a nada ni se pueden verificar realmente. Eso sí, si me pregunto: ¿hubiera pensado Kant o Platón que la Ciencia nos iba a traer hasta lo que hoy sabemos y poseemos, además de la medicina? Seguramente ni en sus mejores sueños habrían especulado hasta vislumbrar algo parecido a donde hoy estamos. Además, y si bien es hipotetizar, lo cierto es que el futuro de la Ciencia promete muchos frutos.”
Verás, Silvanus, no entiendo tu actitud que muy posiblemente sea debida a tus aptitudes naturales. No sé que alumno de filosofía, y ante la pregunta de si la ciencia será capaz o no de responder a esas últimas preguntas, contesta con un “Veo que te encantan las especulaciones que no llegan a nada ni se pueden verificar realmente”.
Pero es que además hay algo que no entiendo. Una persona da a entender que la ciencia moderna será capaz en un futuro de responder a dichas preguntas y al parecer, y a un alumno de filosofía como tú, eso le deja sin salir de su singularidad (¡!).
Igualmente me llama poderosamente la atención que un alumno de filosofía considere ya que no es filosofía aquello que no se puede verificar realmente como si únicamente hubiera un único método de verificación, a saber: el científico. Bueno, si no sabes qué escuela filosófica defiende esa concepción de la filosofía ya la estudiaras en la carrera. El problema de esa escuela de filosofía es que era incapaz de verificar aquellas tesis que defendía. Vamos, que esa escuela se refutaba a sí misma.
Pues claro que Kant, Platón, y tú y yo, somos incapaces de vislumbrar hasta donde llegará la ciencia y qué nuevos descubrimientos hará. Pero es que no estamos hablando de eso. Pues claro que Kant, como cualquiera, era incapaz de predecir algo parecido a donde hoy estamos. Al parecer Kant sólo predijo la existencia de otras galaxias y trató de fundamentar la física de Newton aunque se tratara de especulaciones que no llegan a nada si se pueden verificar realmente.
Verás, Silvanus, puedes hacer dos cosas. O seguir por el camino que has empezado a transitar, y que cualquiera puede vislumbrar la verdaderas razones que te impulsan a ello, o por el contrario puedes tratar de responder, si realmente crees en aquello que dices que crees, a la pregunta sobre si la ciencia moderna, y desde sus propios presupuestos, será capaz o no, y porqué, de responder a las últimas preguntas cómo algunos afirman o dan a entender. Y francamente, si poco te importan esas cuestiones, y las juzgas como las juzgas, pues mal futuro te auguro como estudiante de filosofía. En cualquier caso no todo el mundo tiene un talento natural, unas aptitudes y unas actitudes, para realizar una tarea por mucho que se empeñe. Y esto último no hay ninguna Universidad que lo arregle aunque al final salga uno con un título bajo el brazo.