Acabo de entrar a la web de la facultad y aparece el siguiente mensaje:

UNEDfilosofia
@UNEDfilosofia
Hoy es un día muy muy triste.
Lamentamos comunicar el fallecimiento de nuestro querido compañero Jacinto Rivera de Rosales, profesor emérito del departamento de Filosofía, y decano de nuestra facultad entre los años 2011 y 2015.

Me he quedado de piedra en el foro no han dicho nada todavía.

Cuánto lo siento

Sit tibi terra levis, profesor

Qué pena. No era muy mayor, ¿no? Y tampoco suena que estuviera enfermo.

Qué faena. Uno de los mejores profesores del grado. No he dudado en matricularme en el master este año en una asignatura suya sólo por volver a disfrutarle. Tiene clases colgadas y conferencias que son una auténtica delicia. Lo siento muchísimo. Menuda putada, estoy muy... eso.
Y en el seminario que empieza hoy de Hölderlin también tenía una ponencia, joe qué pena.

Sí, da mucha rabia. Yo no he visto sus clases pero he leído varios artículos suyos y su nombre lo veía como una garantía de calidad por así decirlo. Ha sido de repente la pasada noche por lo que he leído. Me ha recordado a Armero, que también fue de repente.

Sí, una gran pena. Como dice Alma, el caso de Armero fue algo similar. Ahora a esperar si modificarán algo en la evaluación de la asignatura.

Un abrazo a la familia.

Lo siento mucho. Un docente sensacional, daba gusto oírle con su voz tan pausada. Muy inteligente. Le disfruté en los vídeos grabados de Historia de la Filosofía Moderna. Era uno de mis aliciente en el Seminario, tenía prevista la ponencia Hölderlin o el anhelo poético de la armonía . Cuánto siento no haber podido escucharle.

Disfruté muchísimo su asignatura y su educadísima manera de plantear a Spinoza, que ya forma parte de mí. Como homenaje (pequeño), adjunto este maravilloso texto que incluía en su curso, con el que siempre pensé hacer algo bonito, pero no ponerlo aquí con este tristérrimo motivo, la verdad.

No me acepta el adjunto, si alguien lo quiere, se lo mando por privado, aunque estos son los datos: Endoxa: Series Filosóficas, n" 1. 1993, UNED, Madrid: Jacinto RIVERA DE ROSALES, Una reflexión trascendental sobre lo divino. pp. 149-194.

UNA REFLEXIÓN TRASCENDENTAL SOBRE LO DIVINO
Jacinto RIVERA DE ROSALES UNED. Dpto. de Filosofia
Presentación
La "reflexión" que aquí vamos a llevar a cabo hace referencia a la actividad propia de la filosofía, teniendo en cuenta que es uno de los tipos de reflexión posibles. El modo o método de reflexión que seguiremos es el llamado "transcendental", que elaboraron Kant y el Idealismo alemán, pero siguiendo asimismo mi propio discurso e inspiración. En qué consista este método y cómo lo entiendo se irá viendo en la aplicación concreta que de él hago a lo largo del artículo. Aunque también se hablará de Dios, en el título sólo hago mención de lo divino, porque considero que es un término más genérico y a la vez más adecuado a lo que voy a proponer. El hilo conductor de esta investigación es la definición o comprensión de lo divino como lo originario, el "arjé", como aquello de donde procede y depende la otra realidad, ya sea como causa, como emanación, como padre engendrador, como creador o demiurgo, etc. En esto coincidirían tanto las religiones como las filosofías que afirman la existencia de lo divino, de los dioses o de Dios, e incluso aquéllas que lo niegan y sostienen que Dios ha muerto, que no existe fundamento alguno. Este sería el punto de partida de sus esfuerzos y desarrollos posteriores, tendentes a explicitar qué se está entendiendo por realidad originaria o realidad por antonomasia. Eso es justamente lo que aquí nos tenemos que preguntar: cómo entender lo originario y si hay alguna experiencia que pueda dar contenido a ese concepto.(...)

Acabo de recibir un email y me he quedado helado.
De verdad un grandísimo profesor que he tenido el placer de encontrar en dos asignaturas en años diferentes. Siempre disponible, poniendo todo de su parte para ayudar a los alumnos.
Descanse en paz.

Ufffff, qué bajón. Como ya habéis comentado sus videos son muy buenos. La serie de Spinoza, espectacular, como la de Kant, destilaba amor por ellos. Me he quedado de piedra. Una verdadera pena.