Qué interesante Cuervo, voy a rastrearla. El paralelismo con Sor Juana Inés de la Cruz, en Méjico, es patente. En el s.XVII fue considerada la Góngora del virreinato. En su caso, le llegaba la edad de casarse. Era dama de la virreina, una cortesana, poetisa de altísimo nivel y de gran erudición. Dicen que sus sonetos amorosos iban dirigidos a la virreina, otros lo discuten, eran poemas de circunstancia y se desplegaban conforme al canon de la época. Lo curioso era leerlos escritos en primera persona, por una mujer, y dirigidos a otra u otras. Ante la inminencia de su posible casamiento y por su reticencia a tener un hombre mucho mayor “encima”, o “condenarse” en el hogar, al cuidado de familia e hijos, se metió en el convento. Allí iban a visitarla personalidades, se organizaban debates y pudo seguir estudiando y escribiendo. Algunos textos son auténticos alegatos feministas ante la constante puesta en tela de juicio de su piedad. Finalmente fue obligada a jurar su amor a dios y tuvo que quemar su obra. Algo de ella se pudo salvar. Mi segundo trabajo de estética trataba de su poesía, es de enorme belleza.
Monterrey, vuelves a ponerme un enlace y picaré, la cabra tira al monte. No tengo remedio.
Futaki, así que también Santa Teresa, no sabía que ya existía y que ambos lo glosaron. Muchas gracias por la info.