Hola a tod@s,
Recuerdo la entrevista que el País le hizo al filósofo esloveno Zizek.
El País: Ha dicho que si pudiera viajar en el tiempo escogería el siglo XIX para poder ser alumno de Hegel.
Zizek: Él demostró que cuando persigues una cosa se puede convertir en la contraria. En Occidente queremos libertad y dignidad, pero estamos dispuestos a abolirlas en nombre de esa misma búsqueda. Otro ejemplo: tenemos más poder que nunca sobre la naturaleza, pero nunca hemos estado más expuestos a catástrofes ecológicas.
El amigo esloveno que cita Anuska me parece que es uno de los pensadores más lúcidos de los últimos tiempos. La primera vez que que lo leí fue en un tratado sobre Robespierre. Pensaba que lo justificaría, que le quitaría hierro, etc, tal como hacen historiadores como Pierre Vilar. Pues no, va el esloveno y viene a decir que toda la trayectoria violenta de Robespierre era necesaria, que los cambios históricos se hacen cortando cabezas. Ese contrario del que habla Hegel y que a la vez que se habla de universalidad de derechos se les corta la cabeza a algunos.
Porque Hegel habla de la realidad en su naturaleza, ideal, pero en su sentido más radical. Cuando hablamos de idealismo en Hegel no nos referimos a que una realidad trascendente sino a una radicalmente real cuyo motor son las ideas.
Así, por ejemplo, D. Antonio García Trebijano no consideraba que la democracia española fuera formalmente una democracia. Al parecer hay una “esencia” de lo que es la Democracia que reposa no se sabe muy bien dónde, pero a la cual ha podido tener acceso D. Antonio García Trebijano, mediante la cual se considera que no se da en España formalmente la separación de Poderes (el judicial, principalemente) lo que hace que no sea formalmente una democracia. Es decir, España no es una democracia porque no se ajusta a la Idea de Democracia que D. Antonio García Trebijano ha conseguido aprehender.
Frente al esloveno o a Hegel tenemos a Trebijano. Esto que comenta Elías es sacado de un programa de La Clave, donde recuerdo que participaba también Julio Anguita. Para los compañeros más jóvenes, comentar que La Clave era un programa de debate, cuando la gente era capaz de dialogar, antes de la era Twitter y Telecinco.
Lo que contaba Trebijano en ese programa no era más que una opinión que estaba lejos, a mi entender, de ser considerado fruto de un estudio filosófico. De hecho, adolecía de un trascendentalismo que se materializó en un partido político (creo que era partido ilustrado o algo así) que fue un desastre total. Si uno tiene la paciencia de ver el programa completo podrá concluir algo tan sencillo como esto: vivimos en una democracia que no se ajusta a la idea que tenía Trebijano de democracia. Pero para decir algo tan simple monta todo un discurso rimbombante para que parezca que tiene algo relevante que aportar.
El hombre siempre se ha formulado las siguientes preguntas ¿Qué voy a hacer de mí? y ¿Qué va a ser de mí? En este sentido el futuro del hombre, y a título individual, siempre ha sido incierto. Pero a nivel sociológico el hombre siempre había contado con unos valores mediante los cuales era capaz de trascender dicha inquietud. Y no me estoy refiriendo únicamente a los valores religiosos. Creo que el marxismo era igualmente una forma de trascenderse.
Imagino que estas dos preguntas de Kant ya las conocía Marx. La filosofía de Marx está lejos de ser trascendente. Cierto que hay marxistas con actitudes como la de Trebijano de ahí que pueda parecer que es una forma de trascenderse.