Hola, Alma
Tal como lo veo habría que distinguir entre ser humano y persona. Un ser de otro planeta que fuera racional y libre sería persona aunque no fuera persona humana. Persona sería aquella realidad que se auto-posee, es decir, en que su realidad sea suya. Cualquier ser, humano o no, cuyo ser consista en un tener que hacer-se, porque su ser no le viene impuesto, sería considerada una persona.
Ahora bien, hay una cuestión en la que discrepo. Personalmente considero, y no quiero extenderme en demasía, que se puede perder como se puede ganar la condición de persona. En los inicios de la vida considero que se es un ser humano aunque aún no se sea persona como una desestructuración cerebral, grave e irreversible, haría que se perdiera la condición de persona aunque se siguiera siendo un ser humano.
Dices, Alma, que desde el punto de vista ontológico un ser humano no puede deshumanizarse como un mosquito no puede desmoquitarse. La diferencia, obviamente, es que el ser del mosquito le viene impuesto, cuestión ésta, que no acontece con el ser humano. ¿Pero seguro que así es?
Hay una cuestión que planteas que me resulta sumamente interesante. Y es cuando afirmas: “Pero en tal caso hablaría de "envilecerse" y no de "deshumanizarse". Mi crítica viene dada hacia la desafortunada elección, a mi entender, de ese término.”
Verás, aquí voy a especular un poco, a la espera de que confirmes o desmientas mi interpretación. Y si hago la interpretación que a continuación daré no es para posicionarme a favor de una u otra postura sino para intentar, en la medida de lo posible, aclarar términos.
¿Por qué creo que la llamas desafortunada elección? Porque considero que no defiendes una visión teleológica del ser humano. Considero que todos aquellos pensadores y filósofos que hablan de deshumanización lo hacen porque consideran que cuando un ser humano (persona) no cumple con el fin al que ha sido “llamado”, y por tanto, no logra o alcanza su verdadero ser, se deshumaniza. Si observas he entrecomillado la palabra “llamado”. Y lo hago porque no deseo que se identifique visión teleológica con visión teológica. Es decir, considero, acertadamente o no, que ya se trate de santo Tomás, de Nietzsche, de Heidegger o de Ortega consideran que la persona que no vive una vida autentica ( en la terminología de Heidegger) no es un ser pleno. No se es plenamente hombre sino se atiende esa “llamada”. El rebaño, el esclavo o el pecador serían formas de deshumanizarse.
Por tanto, y lo que quisiera plantearte, es lo siguiente. ¿Pese haber dicho que una persona no puede deshumanizarse en el plano ontológico no podría defenderse que pensadores como santo Tomás, Nietzsche, Ortega o Heidegger estarían en contra y considerarían que sí existe una deshumanización en el plano ontológico?
O dicho de otra forma, no será que si consideramos, y en el plano ontológico, al ser humano desde la racionalidad y la libertad obviamente se seguirá siendo persona mientras se posea racionalidad y libertad pero si consideramos a la persona, y también en el plano ontológico, pero no desde la racionalidad y la libertad, sino desde el cumplimiento de una “llamada”, se podrá llegar a considerar que el ser humano se ha deshumanizado y convertido en masa, esclavo o rebaño.
Pero sigamos intentando desenrollar la madeja. Bien, supongamos que efectivamente defendemos que se sigue siendo persona aunque se sea el ser más vil o abyecto en el plano moral. ¿Qué consecuencias podrían derivarse de ello?
Volvamos al caso de la pena de muerte. ¿Estaría justificado o no, el enviar a un ser humano que sigue siendo persona a la silla eléctrica? Y digo esto porque pensadores como Kant, el “padre” de la dignidad humana, no es sólo que estuviera a favor de la pena de muerte sino que lo consideraba un deber.
Un saludo.