Heráclida
¿cuál es la razón que permite explicar simultáneamente el teorema de Pitágoras, la mecánica de fluidos, el principio de incertidumbre de Heisenberg, la esquizofrenia, la belleza en la experiencia artística, la inflación y el nazismo como fenómeno histórico, entre otras cosas?
Pedro Pablo
La realidad no es un caos informe, todo tiene un orden o estructura, todas esas realidades que mencionas lo tienen. Las cosas están conectadas, y la razón es reflejar esas conexiones en un discurso coherente.
Heráclida plantea algunas contradicciones, contra la idea de una sola razón. Pedro Pablo despeja la contradicción señalando que la razón es una, y que la diferencia está en cómo cada ciencia o modo de conocimiento o formas de la razón, la “aplican” a su objeto de estudio para encontrar conexiones de modo coherente.
Cuando decimos que “La razón es la aprehensión de la realidad en su conexión” (Julián Marías citado por Pedro Pablo). Al definirlo así, podemos decir que la new age, la mística, las intuiciones personales en que alguno puede hallar reveladoras conexiones que sólo él entiende: todas ellas son capaces de hallar “conexiones” en lo real. Sin embargo, al margen de que la apoyemos o no como experiencia de conocimiento, la mística hace conexiones enormes en lo real, al igual que los ramalazos de intuición de algunos, y hasta la literatura y el arte de algún modo lo hacen. Pero creo que casi ninguno llamaríamos a estas cosas “racionales”.
Por eso es clave cuando Pedro Pablo aclara: “La razón siempre es lo mismo, es tener en cuenta el orden de las cosas”. Ahora sí, ahora ya no podemos confundir la definición de “razón” de Julián Marías, con la literatura o la mística. Ahora entendemos por qué se decía que la búsqueda racional ha de ser además “coherente”.
Heráclida
¿cuál es la razón que permite explicar simultáneamente el teorema de Pitágoras, la mecánica de fluidos, el principio de incertidumbre de Heisenberg, la esquizofrenia, la belleza en la experiencia artística, la inflación y el nazismo como fenómeno histórico, entre otras cosas?
¿Qué es o de dónde viene esta “coherencia” que se da en los discursos racionales y en las ciencias? ¿Qué une todos esos ejemplos por los que nos preguntas? La belleza de la experiencia artística no es racional, pero el análisis estético de ello sí lo sería, ¿no? Las ciencias ponen las cosas en su orden, pero la filosofía, si es que la consideramos “racional”, no lo hace así exactamente. Porque la filosofía no tiene por qué admitir siempre “un orden” o un “logos” que ya esté en las cosas como hace la ciencia. Para la filosofía no es tan sencillo decir que “Las cosas están conectadas, y la razón es reflejar esas conexiones en un discurso coherente”. Porque hará tal cantidad de conexiones incompatibles unas con otras, que el resultado no sería coherente. Por eso no es una ciencia. (P. d. El resultado de la filosofía tomado en conjunto, no sería racional entonces, por las contradicciones internas en la filosofía, porque se generan órdenes contradictorios. Aunque tu definición, Pedro Pablo, permite calificar los discursos racionales, sí que creo que lo permite).
Creo que lo que se puede añadir para complementar el argumento de Pedro Pablo es ni más ni menos que la “lógica”. Las implicaciones lógicas: la coherencia interna del discurso racional depende de ellas. Todas las ciencias, conscientemente o no, diría que aplican las implicaciones lógicas, sin escapar un milímetro de ellas. Lo sabemos. Y esto creo que es lo más esencial de la razón. Porque permite decir al tiempo que: la filosofía, las ciencias, los discursos razonados de las personas, serían racionales. Ignoro si esto es lo que decía Aristóteles, supongo que quizás sí.
La mecánica de fluidos, la incertidumbre de Heisemberg, el análisis de la experiencia estética, o la filosofía, me parece que serían imposibles sin usar las simples implicaciones de la lógica formal, como estructura esencial de la razón humana. Las implicaciones lógicas, la no contradicción y la sistematicidad coherente. Porque efectivamente nos llevan a encontrar el orden en las cosas y nos obligan a hacerlo de modo coherente. Al oír esto, el pensamiento posmoderno mira entonces para otro lado, al no ver ahí “una idea siempre nueva y renovada”. No importa que esta idea sea verdad o no. Ya no es lo que importa. No hay "verdad", sino mirada siempre renovada como lo expresó muy bien Anuska.