Personalmente agradezco mucho tu respuesta. Cuando dices que a veces te sientes fuera de lugar dado que estás rodeada de gente que parece más brillante, además de un ejercicio de humildad, das esperanzas a otros que tampoco nos sentimos especialmente brillantes pero tenemos ganas de llegar a la docencia/investigación universitaria. Así pues gracias de nuevo por compartir tu experiencia con nosotros.

Un saludo.

No suelo escribir mucho por aquí pero sobre la docencia en secundaria me gustaría hacer unas pequeñas apreciaciones. Por motivos que no vienen al caso regenté una cafetería en un I.E.S. durante dos años y el aprendizaje que saqué de todo aquello fue que para ser profesor de secundaria hay que tener una vocación muy sólida y asentada, no sólo por la disciplina que decidas enseñar sino también por la propia enseñanza en sí. El instituto era todavía peor que el Estado de naturaleza hobbesiano; el docente tiene que estar preparado para lidiar con adolescentes en plena efervescencia hormonal, con padres dispuestos a todo para que sus hijos sean aprobados, incluso a usar la violencia, al desprecio constante de tu trabajo... Siento profunda admiración para aquellos que quieran ser profesores de secundaria.

Todo esto viene a colación porque creo que para ejercer de profesor en un instituto es preferible tener la cualidad de saber lidiar con estos problemas, que serán el pan nuestro de cada día, que tener unos conocimientos avanzados de la disciplina a enseñar. La vocación de enseñar debe ser igual o mayor que por la materia impartida, y por ejemplo, en mi caso saqué en claro que no era así y que seguramente no sería un buen profesor, sin mayor motivación que un sustento y los pocos alumnos que se pudieran verdaderamente interesar por mi asignatura no rendiría bien y me perjudicaría anímicamente.

Saludos.

Lolus89 escribió:
"Para que sus hijos sean aprobados", esto es de traca. Como si fuese el profesor quien aprobase o suspendiese. Pero sí, he oído esas lamentables historias.

Es una pena. Esos padres deberían estar "dispuestos a todo" para que sus hijos, lejos de "ser aprobados", hiciesen todo lo posible, no sólo porque aprobasen, sino porque obtuviesen las mejores calificaciones.

Por increíble que parezca por estos foros he leído actitudes semejantes. Y si a nivel universitario (no sólo UNED, obviamente) hay quien está dispuesto a vilipendiar a algún profesor (y no hablamos de gente adolescente con las hormonas por las nubes), ¡qué no sucederá en Secundaria! Y todo por lo mismo de siempre: si el alumno suspende, la culpa es del profesor; si aprueba, el mérito es sólo del alumno.

Aunque creo que, en general, ésa manera de pensar y proceder no es la mayoritaria. Al menos no (todavía) en la universidad.