Heráclida escribió:
Ahí está el meollo de la cuestión: ¿qué hacer con aquellos objetos de los que presumimos su existencia en virtud de un conjunto de efectos? ¿Qué ocurre con enfermedades mentales que pre-asumimos que existen como objetos pero que sólo las conocemos por sus síntomas? Síntomas que, por otra parte, pueden ser efectos procedentes de causas distintas. Por ejemplo, el TDAH en los niños: ¿es posible hacer una radiografía mental para localizarlos? ¿En qué se basa el diagnóstico?
Ojalá Anuska nos arroje algo de luz con sus conocimientos. Muchas gracias por tus mensajes, bolindre.
He estado dándole vueltas al temas desde un punto de vista completamente ingenuo. Lo siento, no puedo hacer muchos más porque carezco de ciertos conocimientos o lecturas imprescindibles para poderme emitir un juicio. No quería dejar colgada esa pregunta.
Efectivamente, pre-asumimos muchas enfermedades mentales, como se hizo con la homosexualidad. En la medicina, como sucede en muchas ciencias y otros campos (por muy neutrales que quieran ser, siempre hay detrás unos intereses, etc).
La medicina no es en sí una ciencia, sino una praxis. Esto lo avalan los médicos y no dispongo de ningún argumento de autoridad para apoyarme en estos momentos. Una enfermedad deja de ser enfermedad en el ámbito médico, pero aquellos que forman parte de esa comunidad médica pueden tener opiniones divergentes porque no dejan de ser clasificaciones que, en muchas ocasiones, son fruto de intereses de un determinado contexto.
Establecer correlaciones es una cosa bastante compleja, como sabrás por Filosofía de la Ciencia y alguna asignatura de ese tipo. Edito esto porque no me he explicado bien. Diferentes hechos puede estar correlacionados (o no) y es difícil demostrar por qué están correlacionados.
El cerebro es ese gran desconocido. Las pruebas de neuroimagen ayudan en ocasiones, otras veces simplemente nos permiten establecer qué áreas se iluminan. Pero no estoy tan segura de que se explique la conexión entre unas áreas y otras de manera universalmente válida. La maquinaria de la que disponemos podría decirse que requiere de mucho desarrollo.
Supongo que habrá enfermedades mentales con un altísimo alto grado de consenso social en base a muchos datos empíricos. Sobre todo en lo que se han llamado los trastornos de la personalidad.
En la ciencia siempre ha prevalido lo “neutral “, lo intersubjetivo, lo subjetivo, lo contrastable empíricamente, lo medible, cuantificable…
Localizar el dolor no se va a poder localizar, tampoco cuantificar. Recuerdo que una vez me preguntó el dentista qué muela me dolía. Ni siquiera sabía responder si era la de arriba a la de abajo. Recuerdo tres meses infernales de dolor en los que apenas podía tragar líquidos y en los que me dieron por loca y me atiborraron de todo tipo de medicación porque no sucedía nada en mi cuerpo. Me sometieron a radiografías. Días y noches gritando y llorando de dolor pidiendo que me sacaran las muelas, trabajando, sin derecho a nada porque no me sucedía nada.. Imagina la mirada que recibía de médicos de todo tipo. Hasta que por fin, se abrieron dos agujeros enormes dentro de mi boca por los cuales salían cosas asquerosas.
Perfecto, ya dejé de ser una pirada. Aunque no pudieran ver lo dolor, podían comprenderlo. Mis Muecas y lloros no fueron suficientes. Mi desesperación tampoco.
Tal vez me haya ido de madre y la conversación se dirigía en otro sentido. Simplemente quería destacar, que hay lugares a donde la ciencia no puede llegar. Hagamos caso también de lo que dicen que sienten los pacientes. Hagámosles caso de vez en cuando. Lo que ven (delirios, alucinaciones), lo que sienten (dolor) se podrá
o no medir , comprender
o no pero forma parte tanto de su realidad, como de la de otros sujetos que pasan por lo mismo. Y si la ciencia olvida ciertas cosas de este tipo y se dedica a desarrollar sus fármacos en
la neutralidad de los hombres, sin tener en cuenta a las mujeres, peca de varias cosas.
Espero que sigáis con este tema tan interesante y pueda aprender algo de vuestras aportaciones.
Estoy segura de que ahora me toca ser
Dora la exploradora.
Un saludo a todos.
Edito: He cambiado varios (muchos) errores ortográficos y de estilo. No creo que estuviese borracha pero admito que no debió ser mi mejor momento para escribir.
Siento el esfuerzo que habréis tenido que hacer para poder comprender lo anterior.
todavía quedará algo por ahí suelto.