Hola.
Cuando se ha hablado en otros hilos de los motivos por el que nos acercamos o matriculamos en Filosofía escribimos acerca del saber, del comprender la vida, de hacernos mejores personas… pero hay algo que buscamos realmente y que hace que rastreemos en cada asignatura, en cada autor, ese algo es diferente en cada uno. ¿Qué es lo que buscas?, ¿Dónde estás mirando? ¿Por qué alumbras allí? Puede que queramos que se apuntale alguna idea, alguna creencia, Dios, las relaciones de poder, la exaltación de la vida, alguna corriente en la que encajen mi personalidad, mis inquietudes, mis prejuicios, que desmonte ese discurso contra el que combato, que les de empaque a mis esquemas... Allí donde aparece la palabra “lenguaje” o “texto” me lanzo de cabeza o donde dice “las pruebas de la existencia de dios”, o “el amor a la vida” o “más allá” o “felicidad” o “mujer” o “señor/siervo” o “discriminación” “arte”, “moral”, “tiempo”… “ tiempo”… Nos hace mirar con infrarrojos los textos, contrastar, calibrar, medir nuestras fuerzas, dialogarlo con uno o más autores, con distintas escuelas, entrar en guerra con otros. También aparecen nuevas ideas que de pronto nos seducen, temas que nos llegan de otros lugares desconocidos y que animan a tirar y tirar del hilo y luego construir nuestro discurso, refrescándolo con todo eso que ha emergido inesperadamente y exponerlo o arrojarlo a la cara o someterlo a crítica en un foro. Con “apuntes de estudios colaborativos” se alcanzan otros fines pero ni éstos apuntes ni los que se encuentran en “Descargas” los has roído tú mismo, tal vez días antes de un examen y para algún bloque que no hayas logrado trabajar por falta de tiempo…, pero no saldrá de tu campo de visión porque al acabar las pruebas, saltarás sobre esto que aún no has descarnado y le dedicarás todas esas horas que te faltaban y probablemente muchas más, que ahora andas más suelto.
Silvanus escribió:Personalmente, me parece muy malo tratar la Filosofía de ese modo. Ni siquiera creo que exista una lectura que pueda universalizarse del todo. Ocurre en filología cuando se lee poesía: tu lectura no es la mía, y viceversa. Existen matices, hay ciertos relieves que cada uno percibe para sí.
Es que la poesía, con ella es más sangrante todavía, no puedes describirlo pero este poema o esta canción o este romance, o… te ha puesto eléctrico, ¿será que eso que has leído te encienda porque ya lo habías pensado y/o sentido y/o vivido...?