El Abel escribió:
Le estuve dando muchas vueltas a lo de la destrucción de la obra de la subasta. Como performance me parece de las cosas más geniales de los últimos tiempos.
De acuerdo, pero contextualizando…. Y “suspendiendo” el asunto del aura…
Empiezo por el video:
Banksy pintó
Niña con globo en 2004, en la pared bajo las escaleras del South Bank en Londres.
Lo que Banksy intervino (convendremos en que es una intervención y no una destrucción) fue un lienzo de 2006. Entiendo que no es el único lienzo, al menos debe de haber otro anterior, de 2005. El motivo también fue serigrafiado, con lo cual el tema del original empieza a dispararse… y el de la destrucción a diluirse.
Si nos abstraemos de lo anterior y de si está implicada la Galería o no, que me parece un tema menor. Si pensamos conceptualmente, podemos pensar que el arte urbano en general, y esta obra en particular, es primeramente una intervención no autorizada en el espacio público, en una propiedad privada que queda cuestionada, apropiada, en cierto sentido, por el autor y por su público. Y como explicaba el otro día, en algunos casos esto es literal en las obras de Banksy porque el poder judicial prohíbe el "levantamiento" de la obra (pasa con muchos
graffiti).
El capital (sea este quien sea o lo represente) se revuelve y se apropia de esta obra, la inserta en el circuito comercial. La privatiza. Jameson (
El posmodernismo o la lógica cultural del capitalismo avanzado) dice que el Capitalismo siempre se adapta y pone el ejemplo de
The Clash. Carlos Granés (
El puño invisible) pone el ejemplo, todavía más claro, de
The Sex Pixtols…
Es decir, a la acción de Banksy en el espacio público, responde la Galería con la privatización. La jugada de Banksy es una nueva vandalización dentro del espacio privado. Ha escalado un nivel más….
Pero claro, el Capital siempre se adapta, seguramente el lienzo intervenido habrá incrementado su precio.
Lo que, sin embargo, no puede sortear el Capital, es que esa imagen ha estado relacionada desde 2014 con el apoyo a los refugiados sirios y en las elecciones de 2017 con el voto anti-conservador.
Como dice el propio Banksy… “no podemos cambiar el mundo hasta que el capitalismo se derrumbe. Por mientras deberíamos ir todos de compras a buscar consuelo”
Y aquí aprovecho para enlazar con Hirst y lo hago desde una conferencia que dio Yayo Aznar dentro del curso “Ideologías y Mentiras. ¿De qué nos sirve el arte?” Decía Yayo que la obra de Hirst nos acerca eficazmente a la fantasmagoría de Marx. El valor de uso se ha perdido y solo vemos su precio, su valor de cambio, que además es creado artificialmente por Hirst en una subasta.
Hirst desde la posición de un cínico enriquecido nos muestra todas las contradicciones del capital en un objeto enormemente fetichizado que nos muestra el sistema capitalista en su máximo esplendor y contradicciones.
La acción de Hirst es tan brutal en su engranaje con el capitalismo que descorre el velo de la fantasmagoría, la pone al descubierto.
Aquí, estamos hablando de 77 millones de euros y, por cierto, también se dice que su círculo de confianza puja en las subastas para incrementar el valor de sus obras… Yayo Aznar parecía querer insinuar que tal vez, la forma más eficaz de luchar contra el sistema sea su utilización absoluta, que es lo que hace Hirst. En cualquier caso, él evidencia cómo funciona y consigue caricaturizarlo… y todo esto sin entrar a valorar que estamos hablando de una calavera cubierta de diamantes: de la muerte y el lujo, de restos humanos, de conjunción de tabúes… del
(Un)Heimlich, lo siniestro, que es literalmente, como recuerda Freud, lo que ya no es secreto porque ha sido desvelado…
Lo dejo aquí, pero otro día hablamos de esto que apuntas con Rosalía… me ha sorprendido el comentario… me ha recordado a las críticas de Adorno al Jazz… o las que los puristas flamencos hicieron a Camaron… A Lorca también le atizaron en su momento…
Obviamente no comparo a Rosalía con Camarón y menos a Beyoncé de quien, honestamente, no puedo distinguir una sola canción. Solamente que me ha parecido una crítica, por así decirlo, “de ojo educado”, que no deja de ser tradicional en el pensamiento de izquierda.
La Ardosa resiste, aunque es muy diferente a El Palentino... en lo bueno y en lo malo.