Silvanus escribió:¿Que el ateniense medio era “virtuoso” y no egoísta?
Eso está totalmente idealizado.
Lo que afirmo es que la noción de "ciudadano" es indiscernible de la de "individuo", y tú das la clave: "no había una dimensión no-política".
No se discute el hecho de que sólo el ciudadano podía desempeñar funciones en la
pólis, como la de magistrado, y usar de sus libertades políticas; ni que los no-ciudadanos (mujeres, metecos, esclavos, así como aquellos que no alcanzaban la mayoría de edad o ciertos ancianos) estaban excluidos de la toma de decisiones.
Lo que se afirma es que el individuo logra su fin convirtiéndose en un ser político, lo cual exige la práctica de la virtud, y el hombre virtuoso es aquel que observa la ley, y quien tiene un comportamiento equitativo o igualitario con los demás ciudadanos.
Por otra parte, cuando el autor dice que no hay distancia entre individuo y ciudadano, se refiere a que, para ser tomado en cuenta, había que participar en la vida pública.
Es casi lo que he dejado escrito. Desde que Solón deposita las leyes en el centro del ágora y en el centro del santuario de Apolo (
es to mesón,
es to koinón), los ciudadanos son los que establecen, en la práctica, los mecanismos que articulan la
pólis y los que aseguran el ejercicio de la democracia. Una isonomía que devendrá imperfecta por la profusión de tiranos, demagogos, y por las luchas de poder, o simplemente por la propia naturaleza humana.
Un saludo.