¿Cuál es el origen de la moral?
Obviamente, cada tradición filosófica o cada escuela de pensamiento dará respuesta a ese interrogante de forma diferente. No es la misma la respuesta que pueda dar Kant que la pueda dar Freud, Marx, Nietzsche, Heidegger, Ortega, Zubiri o un cientificista. Todo dependerá en última instancia del concepto de persona que se posea. Y en esa concepción ya va implícita la creencia o no en la libertad (entendida como libre albedrío) o la creencia o no en Dios y de cómo se entienda al mismo.
Por tanto yo aquí daré mi opinión o creencia particular sin mayores pretensiones.
Considero que el “origen” de la moral radica en la estructura ontológica propia del ser humano. El ser humano es el único ser ( al margen de la posible existencia de personas, obviamente no humanas, fuera del sistema solar) cuyo ser no está definitivamente dado sino que su ser consiste en tener que hacer-se. Y en este hacer-se o tener que hacer-se tiene que elegir entre diferentes opciones o posibilidades para configurar su ser, aquello que desea ser o aquello que desea hacer de sí mismo. Pero elegir entre varias opciones o posibilidades lleva implícito el tener que justificar el porqué de una u otra opción o posibilidad. Y esta justificación constituye el hecho moral primigenio. Es lo que Aranguren denominaba moral como estructura. Por tanto, la moral ( moral como estructura) es un fenómeno universal. Todo ser humano, y por serlo, es un ser constitutivamente moral ( el ser humano no puede ser a-moral). La moral es una dimensión constitutiva de todo ser humano que radica o posee su origen en la estructura ontológica propia del ser humano.
Cuestión aparte, y como ya he dicho en otras ocasiones, es la moral como contenido. Es decir, los diferentes códigos morales por los cuales justificamos una opción frente a otra. Estos código morales no son universales ( lo cual no implica el relativismo moral). Bien podrían ser universalizables. Pero ésta es otra cuestión.
Bien, la moral se funda o tiene su origen en la estructura ontológica del ser humano. ¿ Pero cuál es el origen o el fundamento último de esa realidad que posee tal estructura ontológica? Claro, como se podrá adivinar ello dependerá de cuál crea uno que es el fundamento último de toda realidad.
Heidegger consideraba que el Dasein consistía en trascender, en pura aperturalidad, en un hacer-se de un ser que nace “arrojado” al mundo. Ese “arrojado” implica una indigencia del Dasein. Ortega consideraba que el hombre está atado a la vida. Y Zubiri, discípulo de ambos, discrepaba tanto de Ortega ( estar atado a la vida no significa estar atado por la vida) y de Heidegger.
Zubiri consideraba que existía una estructura ontológica más radical que la propuesta por su maestro Heidegger. No es que la considerase falsa sino que la consideraba insuficiente por poco radical. El hombre no nace “arrojado” al mundo en una situación de indigencia sino que nace “religado” al fundamento último. Zubiri distinguía entre lo que hay ( entes), el que “haya” (realidad) y lo que “hace que haya”. Obviamente lo que “hace que haya” es Dios. Pero no entendido como un ente sino como fundamento.
En cuanto a la ley moral del Kant más parece que dicha ley no se justifica en la existencia de Dios sino que precisamente la existencia de Dios es la que queda justificada por la ley moral.
Un saludo.