Quien haya tenido la gentileza de leer alguno de mis mensajes sabrá de mi afición hacia las palabras, en explorar su sentido o significación mas allá del vocabulario, la filosofía, en parte, se debe a eso. También mi predilección por sintetizar mis comentarios, siempre en base un entorno de comportamiento y comprensión de las personas. Quisiera esta vez evocar dos palabras: “Oportunismo” y “oportunidad”. Transmitir un sentimiento cuesta, pero es el único medio de convencer y de conseguir que una persona cambie de opinión; raras veces sucede y entonces te planteas si “comunicar” vale la pena; en consecuencia cada vez escribes menos.
Oportunismo lleva el sufijo “ismo”. El “ismo” es método globalizador estático y para que un método funcione debe ser inclusivo, es decir todos deben estar de acuerdo en realizarlo a pesar de las imperfecciones, no debe rechazar a nadie, debe ser igualitario es decir sin opciones ni privilegios diferenciados, debe llevar recompensa para quien mejor actúe. Repito: Inclusive, igualitario, recompensable.
La oportunidad es hecho individual sano, simplemente sale a tu encuentro y la aprovechas. Si bien es cierto que si la buscas tienes mas posibilidades. De ahí surgen los tránsfugas, los que cambian de ideas, los que se contradicen, en definitiva los que evolucionan. La oportunidad me parece buena.
Los “ismos” han sido fuente de manipulación. Ya no son operativos. La concentración de los poderes fácticos los ha restringido. Las ideas sociales han quedado relegadas a los libros, comunismo, liberalismo, fascismo etc., y al análisis y discusión entre sociólogos y filósofos. Hoy día lo que hay, son sectarismos (Otro “ismo”), ejecutivos, financieros, actores, funcionarios, pensionistas, parados, fastidiados, cabreados, delincuentes (Yihadistas) etc. Lo que si queda de los “ismos” es la ilusión de los militantes que evitan se dispersen, su líderes, o sea sé, los políticos que son gente de oficio, mercenarios (Se encontrarían a gusto en cualquier partido), saben perfectamente en que momento debe concederse o mejor dicho utilizar un “ismo”. ¿Es lo que ha pasado en Andalucía? Y el fallo estará en la palabra “recompensable”.
¡Ah! Supongo que algún día analizaremos la palabra “tertulia” como agente activo y la palabra “biblioteca” como agente pasivo.