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TEMA: Sentimientos en Filosofía

Re: Sentimientos en Filosofía 02 Ago 2013 16:14 #15380

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No creo que el tema que has planteado carezca de interés. Simplemente hemos demostrado distintas formas de enfocarlo e interpretarlo, algunas más afortunadas que otras, desde luego. Intentaré esbozar algunas pinceladas de lo que he venido pensando estos días, aunque el asunto pueda dar probablemente bastante más de sí. Y para intentar enriquecer más el debate tomaré una postura contraria a la tuya, aunque en gran medida comprendo y comparto tus observaciones.

Como hemos venido comprobando, el desarrollo de la filosofía y de las ciencias ha venido produciendo en los últimos siglos lo que Weber denominó un desencantamiento del mundo. Con ello, no sólo la trascendencia divina o el carácter semidivino del hombre se han venido atajando en términos seculares y naturales, sino la misma concepción dicotómica, probablemente desde Platón como hito inicial, de la realidad. En esta progresiva naturalización de todo cuanto conocemos y creemos que hay, me va resultando en consecuencia cada vez más difícil admitir radicales y categóricas - en su sentido más propio - diferencias sobre la realidad (aunque en otro tiempo las sostuviera). De los muchos ejemplos que podrían ponerse en esta aproximación niveladora tan postmoderna (bien y mal, idea y materia, espíritu y carne, hombre y animal...) me viene a la cabeza ahora mismo la problemática distinción entre teoría y experiencia, ahora que ando con Filosofía de la ciencia para septiembre.

La cuestión es que si aceptamos este punto de vista, creo que a lo sumo se pueden plantear jerarquías gradualistas, siempre tentativas y con sentido pragmático y nominalista, sobre la realidad, y que las clasificaciones rígidas y realistas (en el sentido ontológico) difícilmente pueden defenderse ya hoy contra viento y marea.

Dicho esto, no creo que exista un jorismós infranqueable entre razones y sentimientos. Para empezar porque sus respectivas definiciones presentan lagunas e imprecisiones como hemos visto. Y en segundo lugar porque creo que todos los instrumentos de que disponemos en nuestra interacción con el mundo han sido pulidos en nuestro beneficio por la selección natural. Y ello afecta tanto a los fundamentos de la lógica más formal como a nuestros instintos más primarios, pasando, por qué no, por los sentimientos más sutiles, despojados de sus particularidades culturales. Y no creo que podamos permitirnos el lujo de rechazar a priori ninguno de ellos en el ejercicio filosófico.

Vamos con lo que aquí se ha dicho:
Nolano escribió:
Si nos acogemos a la primera acepción, estaríamos hablando de sentimientos tales como "hambre" o "apetito sexual" o "instinto de supervivencia". No me voy a ocupar mucho de este sentido reductivo de "sentimiento", ya que no podemos negar los instintos y cómo éstos nos empujan a comportamientos a veces a-lógicos, pero desde luego no irracionales, pues nada hay más racional que comportarse conforme a nuestra propia conformación biológica.
Que un instinto pueda explicarse en términos racionales no quiere decir que sea en sí mismo racional: un instinto no obedece a ningún discurrir, y en ocasiones su impulso puede enfrentarse a lo que recomendaría el razonamiento. Normalmente el cálculo - si suponemos por un momento que existe algo así como el cálculo puramente racional - suele resultar más ventajoso que el instinto, pero no siempre es así. ¿No puede plantearse una fundamentación filosófica por estos derroteros? ¿No resuenan éstas a las pulsiones de Nietzsche para una interpretación de la realidad? ¿Cuántas veces el sesudo razonamiento siempre falible y parcial no sucumbe ante la inmeditez exitosa del instinto incluso para enjuiciar, no ya lo que es bueno, sino lo que es simplemente verdad? ¿Y por qué rechazar que el sentimiento más elaborado no encuentre sus raíces en este instinto?
Nolano escribió:
El amor, por ejemplo, despojado del bruto instinto sexual de reproducción de la especie, es total y absolutamente una construcción cultural; es una creación de poetas, no un impulso anímico interno originario.
Esta es una visión reduccionista del amor, pero no es la única posible. Tu versión ofrece además una imagen del amor como sentimiento que dista de aquella que lo integra como algo completamente humano y que por tanto sólo puede despojarse del instinto en un ejercicio artificial, pero que hunde sus raíces en él y lo conserva, aun cuando sublime dicho instinto en formas transculturales que, por ejemplo, se han mostrado capaces de asistir al ser humano cuando éste se ha quedado sin palabras - sin razones - ante el sinsentido del dolor y de la muerte. Indudablemente el amor está mediado culturalmente pero, ¿con qué fundamento se le niega absolutamente un acervo más allá? ¿No hay en el asentimiento racional una última adhesión, íntima e inexplicable mediante razones? ¿Y no hay en el amor esa confianza íntima que se entrega más allá de las pruebas, siempre sesgadas, siempre parciales? ¿Por qué cerrar a priori la puerta a un posible contexto de fundamentación de tipo filosófico a esta disposición tan humana?
Nolano escribió:
los sentimientos nos atan con cadenas de hierro a la forma de vida, mientras que la razón es lo único que, aunque participando de la forma de vida, mantiene una puerta abierta a la superación de la forma de vida actual para intentar mejorarla.
¿Por qué dar por sentado que cuando hablamos del amor o del odio no hay algo que nos conecta al ser humano de cualquier tiempo y lugar, a pesar de todos los matices culturales que queramos considerar? ¿Por qué rechazar de antemano que el sentimiento pueda por ejemplo rebelarnos de forma todavía no racionalmente explícita frente a usos puramente instrumentales de la razón? Luego será la razón la que venga a articular una crítica ante sus propios usos indebidos pero, ¿por qué negar de raíz el poder de los sentimientos para esbozar aunque sea groseramente nuestra valoración de la realidad?

¿No es posible pensar que los sentimientos actúen tras de nuestros andamios más racionales como auténticas variables ocultas que en el fondo determinan nuestra interacción (cognoscitiva, ética, estética,...) con el universo? Sin poder ahora mismo recopilar con precisión esta idea con referencias, me viene a la cabeza ese intuicionismo de corte sentimental al que unos cuantos autores han apelado en cierto modo (Dilthey, Fichte, Husserl,...).

En definitiva, aunque nunca me he destacado por apelar a los sentimientos, creo que hay mucha tela que cortar tras de su imprecisión y tradicional exclusión del ejercicio filosófico.
Javier Jurado
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Re: Sentimientos en Filosofía 04 Ago 2013 12:10 #15412

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Agradezco tus aportaciones, Kierkegaard, aunque, como tú mismo anuncias, estas obedezcan más a un ánimo polémico de agotar las perspectivas del debate que a genuina convicción en las tesis que expones.

En primer lugar, debo compartir tus apreciaciones iniciales, y puede ser un buen incentivo para los que poco a poco se van incorporando a la aventura de estudiar Filosofía. Desde los ya bastante lejanos años en que empezamos a coincidir en el estudio (menos mal que nos echan a patadas con el fin de la Licenciatura que se acerca, si no, nos quedaríamos estudiando toda la vida) y en los debates, muchos han sido los cambios de perspectivas que hemos experimentado ambos. Algo sumamente enriquecedor que podemos aprovechar los que nos acercamos a esto sin pretensiones dogmáticas y siempre dispuestos a escuchar buenas razones contra nuestras ideas iniciales.
Kierkegaard escribió:
Dicho esto, no creo que exista un jorismós infranqueable entre razones y sentimientos. Para empezar porque sus respectivas definiciones presentan lagunas e imprecisiones como hemos visto.
Naturalmente, estamos de acuerdo en eso. Pero que no haya abismos o rupturas infranqueables no puede ocultar el hecho de que se trata, conceptualmente, de cosas diferentes. No podemos derivar de la indefinición de fronteras conceptuales un totum revolutum indiferenciable. Por lo tanto, aunque pueda ser difícil en ciertos casos la adscripción de una “idea” (en sentido lockeano: cualquier actividad mental) al redil de “razón” o de “sentimiento”, eso no invalida la diferente intensión de ambos términos, lo que da pie y permite el debate que sostenemos.
Kierkegaard escribió:
Que un instinto pueda explicarse en términos racionales no quiere decir que sea en sí mismo racional
Yo no he hablado de instintos racionales; lo que afirmé es que un comportamiento que satisface un instinto puede ser totalmente racional. La burra de Buridán actuó “lógicamente”, pero no “racionalmente”; y por eso murió.
Kierkegaard escribió:
¿Por qué dar por sentado que cuando hablamos del amor o del odio no hay algo que nos conecta al ser humano de cualquier tiempo y lugar, a pesar de todos los matices culturales que queramos considerar?
Me ha llamado mucho la atención este apunte tuyo, porque hace ya años discutimos bastante sobre mi pretensión de que no había “lógicas indígenas” distintas de la nuestra, que la lógica occidental no era tal, sino lógica universal. Y luego discutimos sobre presuntas epistemologías étnicas que yo negaba y tú afirmabas. Me sorprende que negando una lógica y una epistemología universal, ahora me salgas con “sentimientos universales”. ¿Evolución ideológica tuya con los años? ¿O crees que los sentimientos son universales y la lógica y las teorías de la verdad son más bien creación cultural?

A ver si soy capaz de exponer mi postura con la suficiente claridad y sencillez. No he negado que el hombre tenga sentimientos, instintos, pulsiones; tampoco que en su mayor parte sea una construcción cultural y lingüística. Todo lo contrario. Pero aquí de lo que se trata no es de eso, sino de dar un estatus a la Filosofía dentro de los saberes humanos. Vivimos en un mundo en el que es fácil disolver la Filosofía en mero psicologismo (como hizo Conrado en su post anterior) o en mero culturalismo hermenéutico (como hace Tasia). La Psicología y la Antropología cultural son enemigos mortales de la Filosofía, en mi concepción; aunque tenemos que contar con ambas ciencias necesariamente.

Una vez, creo recordar que en el foro virtual de Antropología Filosófica, invocaste, Kierkegaard, la metáfora de Descartes que veía la Filosofía como las raíces y el tronco de que salían las ramas de las demás ciencias humanas, te repliqué con mi metáfora del jardinero-filósofo, que no es tronco, sino podador crítico de las ramas que debilitan y malforman el árbol de las ciencias. La Filosofía no sostiene nada, sólo poda, con la razón, los excesos descontrolados del saber humano carente de dirección y sentido.

En los orígenes, la Filosofía se presenta como “logos”, como logos crítico, y aquí coincido con Oñate, sin que sirva de precedente. Pero resulta imposible mantener tras 2500 años el estatuto y contenido de la Filosofía. Un Platón o un Aristóteles, o cualquier filósofo griego, se ocupaba de todo el saber conocido. Ese estatuto del filósofo permanece incólume a lo largo del tiempo (por ejemplo, un Raimon Llull o un Descartes), hasta que la amplitud y especialización de las ciencias humanas desborda con mucho la capacidad individual de cualquiera, incluso del más privilegiado de los cerebros. En esa tesitura, si no podemos saber todo sobre todas las cosas que hay en el mundo, tenemos forzosamente que elegir: o tratamos acerca de todas las cosas pero bajo ciertos aspectos muy reducidos (acotamos el objeto formal de la Filosofía) o tratamos de unas pocas cosas (acotamos el objeto material) bajo todos sus aspectos posibles. Pero la Filosofía no puede pretender la locura de tratar acerca de todo lo que se nos ponga por delante bajo todos los aspectos posibles.

En mi opinión se trata claramente de tratar de todas las cosas, pero sólo bajo unos muy reducidos y selectos aspectos. Me parece que algo parecido era el plan de Strawson que discutimos cuando comentamos “Análisis y metafísica”. Tratamos de todo pero reduciendo nuestros tratamiento a los aspectos más esquemáticos, abstractos y conceptuales: identidad, causa y efecto, libertad y determinación, potencia y acto, etc.

Si es como pienso, no podemos andar dando entrada aquí a construcciones extrañas, ajenas al “logos” o discurso, entendido éste como discurso general y abstracto. Y ahí, en mi opinión, no caben los sentimientos. Esto de la Filosofía no es un manual de autoayuda; aquí no se viene a profundizar en los abismos del subconsciente. Si se hace así, estamos perdidos. Eso, para mí, no es Filosofía bajo ningún concepto.
Bin ich doch kein Philosophieprofessor, der nöthig hätte, vor dem Unverstande des andern Bücklinge zu machen.
No soy un profesor de Filosofía, que tenga que hacer reverencias ante la necedad de otro (Schopenhauer).


Jesús M. Morote
Ldo. en Filosofía (UNED-2014)
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Última Edición: 04 Ago 2013 12:13 por Nolano.
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Re: Sentimientos en Filosofía 04 Ago 2013 16:08 #15417

  • Tasia
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En ese caso me temo que ni el libro II de la Retórica de Aristóteles es filosofía; ni lo es gran parte de la Ética de Spinoza; ni lo es la propuesta ética humeana; ni lo es la teoría de las emociones de Nussbaum; ni los estudios sobre el amor de Ortega...

Por supuesto ni hablemos de Freud, o de gran parte de la filosofía posmoderna ¡si tampoco serían filosofía algunos de los diálogos platónicos!

Excluir a las emociones del estudio de la filosofía exigiría un esfuerzo de "poda" tan bestial que si te pasas con la tijera nos quedaremos sin filosofía ¿permitimos a Rousseau en el panteón de la filosofía o es demasiado poético y sensible?, tal vez Rousseau haga un mero "culturalismo hermenéutico" también. Y de paso quitemos también a Séneca de la historia de la filosofía, porque sus palabras a veces parecen autoayuda, en serio.

¿y quiénes son los filósofos según tú, Nolano?, porque hasta Wittgenstein fue acercándose peligrósamente al lado "oscuro durante" su vida. Y a fe mía que nunca he leído a un lógico tan cerrado que haya defendido esa pureza prístina de la lógica durante mucho tiempo. Las más brillantes críticas a los límites de la lógica las he leído en las palabras de los propios lógicos. Me encanta la lógica que no se toma a si misma muy en serio y que se despliega como un juego.

No comprendo bien qué filosofía será esa que propones, Nolano ¿acaso defiendes una especie de "atomismo lógico"?, ¿un "mundo de las ideas" fabricado por variables y conectivas, o por unos y ceros?, ¿cuál es tu planteamiento espistemológico?
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