Hola, Onofre.
Parménides introduce la suspensión crítica de los dogmas o costumbres mitológico-autoritarios de los mortales. Introduce la idea de lo divino como subjetividad, como percepción y autoconsciencia del alma del mundo como viviente animado.
En su Poema, Parménides subraya qué es lo prioritario filosóficamente: el ser. El ser debe regir, no los dioses mitológicos. Parménides polemiza con los pitagóricos y con Anaximandro.
Parménides sigue a su maestro, Jenófanes, en la crítica contra la mitología o pensamiento antropomórfico. Denuncia la relatividad de las costumbres y critica la cultura. Critica los ένδοξα y la pretensión política de acapararlos.
Dice que el ser es y el no-ser no es. Lo mismo es ser (εἶναι) y pensar (νοεῖν). No se puede admitir el no-ser en el ámbito de los primeros principios. No puede ser la condición de posibilidad de la diferencia, porque se destruye el ámbito del ἀρχή. Situar el no-ser en los ἀρχαί es mitología.
El primer principio es el ser. La diosa del Poema describe las características del ser como límite y como síntesis de nuestros juicios, por tanto, de la moral.
El ἀρχή, ques divino, es principio dialogal, λόγος, potencia moral. El no-ser es su contradicción, es sofístico.
La moral del Poema.
El Poema es el camino hacia la verdad, la alternativa a la δόξα. Exhorta a no confundir ser y no-ser, a no perder de vista el límite, lo divino, la verdad. En Parménides, el límite es el lugar del pensar.
Εἶναι y νοεῖν no son sustancia ni sujeto, no son para sí, su modo de ser es lo eterno necesario. El ser no es ente.