Estilpon escribió:
Es que Oñate como Heidegger rechaza fuera del ámbito de la naturaleza las causas eficientes, y reduce la causalidad a la final, por eso dice que el principio está al final, en el sentido, no en el origen, y es que Teresa rechaza la existencia de un Uno-Todo -Extenso, o sea, un Uno-Dios del que procedan todos los seres, y afirma que el ser no es derivativo sino originario y que halla su sentido el ente en su propia inmanencia, en el ser que hace que sea lo que es, que es donador de sentido, y en en este plano de inmanencia es donde se encontraría de "Dasein" de Heidegger con el "prós-hén" de Aristóteles, esto es, fuera del ser no hay nada, y el fundamento del ser no es el Ser, sino que el ser es el fundamento de lo ente.
Es una muestra de rigor intelectual aportar argumentos y exponer conocimiento, Estilpon. Con respecto a la exposición sintética del pensamiento de Oñate que haces, sólo me gustaría hacer una consideración. Refieres que Oñate reduce la causalidad a la causalidad
final. Si fuera así, estaríamos revirtiendo el proceso: escaparíamos de una causalidad productiva primera a una causalidad productiva final, cambiaríamos el centro de gravedad de la causalidad, pero preservaríamos el elemento narratológico diacrónico, según el tiempo genético potencial del antes y el después, que es el que denuncia la ontoteología de Oñate.