Beapalo escribió:
Como bien dices, las formas se entienden bien en el caso de las figuras geométricas. En el caso del bien, la justicia, el amor o la belleza, se trata, según Platón, de Ideas.
Estas Ideas son realidades subsistentes, objetivas, trascendentes, eternas, inmutables, que no nacen ni perecen, autosuficientes, simples, incorpóreas, divinas y que divinizan al hombre que las posee.
Mira por donde, un Alexander Alekhine en el foro. Genial ajedrecista y desconcertante personalidad.
Debo de haber explicado mal el asunto. Platón no habla de ideas, sino de "eíde", término que puede traducirse por "formas". Que comúnmente se diga "teoría de las ideas" no debe hacernos perder de vista la circunstancia histórica. No es que los conceptos geométricos se definan según su forma y los no geométricos se basen en su idea correspondiente. Lo que hay es un mundo de "eíde", de formas. Todos los actos justos comparten una estructura común que los hace ser precisamente lo que son, esto es, actos justos. Este elemento es el "eídos", la forma. Naturalmente, se trata de una abstracción. La urgencia de agrupar hechos y objetos en conceptos es heredada de Sócrates. Se supone que Sócrates iba por la vida preguntando al personal qué es eso de "santidad", de "amor", de "belleza"... Todas las cosas santas comparten la santidad, y Sócrates busca la definición de "santidad". Platón dirá que, por ejemplo, se da lo santo porque existe previamente el "eídos", la forma, de "santidad". Una forma no tiene por qué ser necesariamente un garabato dibujado en el suelo, sino que puede eser también una estructura concreta, arquetípica, la definición que buscaba Sócrates, el fundamento.