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TEMA: Sobre el intelecto en Averroes

Sobre el intelecto en Averroes 07 Feb 2011 22:40 #1119

  • Nolano
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Reproduzco mi examen de febrero de 2008 sin modificación alguna (salvo la corrección de dos erratas de esas que se te deslizan al escribir en el examen) para que os hagáis una idea de lo que la profesora Maiza considera que puede calificarse con un 10.

TEXTO PROPUESTO EN EL EXAMEN PARA COMENTAR
“Averroes se separa de los filósofos islámicos orientales, sobre todo de Avicena, al rechazar que el intelecto agente sea una inteligencia separada de la que emanen las formas sustanciales, en especial las animadas. El filósofo cordobés aplica aquí de modo ejemplar el llamado principio de economía del pensamiento. En efecto, por un lado, suprime el intelecto agente extrínseco al hombre, al convertir aquél en principio activo intrínseco del conocimiento humano. Y, por otro, rechaza que el intelecto agente sea el dador de formas y la causa de la generación de los seres en el mundo sublunar”. Averroes, Comentario medio al libro sobre el alma de Aristóteles, edición e introducción de Andrés Martínez Lorca, p. 59.

Comentario de texto:

Se refiere en este texto el profesor Martínez Lorca a uno de los puntos fundamentales de la teoría noética de Averroes: el del carácter interno o intrínseco del intelecto agente en el alma humana.

Ciertamente, uno de los fragmentos más oscuros de la obra que nos ha llegado de Aristóteles es el capítulo 5 del Libro III del "De anima", donde se refiere el estagirita a la existencia de un "nous poietikós", "intellectus agens" o intelecto agente, y de un "nous pazetikós", intelecto pasivo, potencial o posible (aunque Aristóteles no utiliza expresamente esa terminología, ha cristalizado así en la tradición peripatética). Se alude así a la existencia en el intelecto de la dualidad potencia-acto: existiría así un intelecto en potencia sobre el que actuaría el intelecto agente para dar lugar a la aparición de las formas inteligibles en la mente humana.

Este fragmento del estagirita dio lugar a diferentes interpretaciones que podemos agrupar en tres corrientes:
1º) Inmanentista, seguida por Teofrasto y Temistio, según la cual el entendimiento agente sería intrínseco al alma humana.
2º) Materialista, según la cual el entendimiento agente estaría localizado físicamente en algún órgano del cuerpo humano.
3º) Trascendentalista, sostenida por Alejandro de Afrodisia, que ubica al entendimiento agente como separado del alma humana individual, identificándolo con el primer motor.

El debate alcanzó importancia en la Edad Media, al proceder a interpretar los textos del Filósofo por antonomasia y conciliarlos con la verdad revelada de la existencia de un alma inmortal.

Los filósofos orientales (mašriqiyya), insertos en una tradición neoplatónica y harraní, emanatista, se adhirieron a la tesis trascendentalista de Alejandro. Y a ello hace mención el texto que comentamos en que se contrapone Averroes a Avicena, señalando que para éste el intelecto agente no sólo era "extrínseco al hombre", sino que es el actualizador de las formas en la materia del mundo sublunar: es la doctrina de origen plotiniano de la emanación del "Nous" a través de las sucesivas esferas, el "egressus" que conforma el mundo.

La novedad, y gran aportación, de Averroes es introducir la doctrina inmanentista, por contraposición a la anterior, en la interpretación de Aristóteles. Del filósofo cordobés pasó a occidente, avalada por el prestigio del Commentator.

Para Averroes el intelecto agente no tiene realidad trascendente, sino que es intrínseco al alma humana. En realidad, como el propio Aristóteles, el filósofo andalusí no concebía los diferentes intelectos (intelecto pasivo o material, intelecto agente, intelecto en hábito...) como entidades diferentes, sino como distintas facultades de una sola unidad, que era el alma humana. Pero, para producir la intelección, es precisa la actuación conjunta de todas ellas, siendo el intelecto agente el que (como la luz en la visión) trae al acto la intelección, actuando sobre el intelecto material (equiparable al ojo) que percibe así las formas inteligibles (colores).

Esa es la innovación de Averroes que, como dice nuestro texto, "economiza", suprime superfluos intelectos cósmicos de que el emanatismo aviceniano poblaba las sucesivas esferas que van desde el primer motor hasta el mundo sublunar.
Bin ich doch kein Philosophieprofessor, der nöthig hätte, vor dem Unverstande des andern Bücklinge zu machen.
No soy un profesor de Filosofía, que tenga que hacer reverencias ante la necedad de otro (Schopenhauer).


Jesús M. Morote
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Última Edición: 07 Feb 2011 22:43 por Nolano.
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Re: Sobre el intelecto en Averroes 07 Feb 2011 23:49 #1125

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A un comentario de texto que yo no sería capaz de mejorar, yo añadiría que para Averroes el intelecto agente y lo inteligible son lo mismo. En la medida en que sólo hay una única manera de aprehender los inteligibles el intelecto agente es uno y múltiple. Es uno porque sólo hay una única manera de aprehender lo inteligible. Y es múltiple porque cada ser humano posee el suyo propio.

Al parecer sólo unos pocos filósofos mantienen la tesis del intelecto agente propio de cada individuo. En la mayoría de manuales de Historia de la Filosofía (Gilson, Fraile, Abbagnano, Cruz Hernández…, etc.) se argumenta la unicidad ontológica del intelecto agente como el intelecto-uno y participado por todos. La única diferencia con Avicena estaría en que el intelecto agente universal de Averroes no es el dador de formas.

No obstante fue el profesor Salvador Gómez Nogales el precursor de la tesis sobre el intelecto agente individual y no participado. Lo cierto es que creo que no le falta razón a la profesora Idoia Maiza cuando dice que "hay que interpretar a Averroes en el conjunto de la obra".

Por otra parte Rafael Ramón Guerrero sostiene que Averroes habló tanto de un intelecto uno y participado, que es la tesis que pasó a los Averroístas Latinos y que criticó Santo Tomás, como la de un intelecto agente individual y propio de cada hombre. Lo que sucede es que la primera opción es la que se encuentra en el Gran Comentario y la que ha calado más.
David Feltrer Bailén Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
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Re: Sobre el intelecto en Averroes 08 Feb 2011 00:45 #1127

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Si eres capaz de mejorar mi comentario de texto te dan un 11 :lol:

Debo reconocer, Conrado, que en mis primeras lecturas de Averroes, debido a la fuerte impronta aristotélica del filósofo andalusí, yo también pensaba que sólo consideraba el intelecto agente y el intelecto paciente. Pero en una segunda lectura me tuve que rendir a la evidencia de que aparece un tertium genus, los inteligibles, que no se pueden identificar con el intelecto agente. El pasaje para mí más revelador es el contenido en el Gran Comentario al De anima (pág.130 del libro "Sobre el intelecto" en la edición de Martínez Lorca). Allí Averroes habla de tres elementos y ofrece la metáfora o analogía con el fenómeno de la visión: el ojo (intelecto material), la luz (el intelecto agente) y el color (el inteligible). La luz incide sobre el ojo y éste puede percibir los colores. Pero los colores están fuera del ojo y de la luz; son otra cosa. Esa fue mi conclusión final, en la que hoy por hoy me mantengo (aunque tampoco he vuelto a reflexionar sobre esa cuestión posteriormente).

Sobre las recientes interpretaciones de Averroes, a las que se adscribe o promueve Idoia Maiza, yo discrepo de ellas. Explico mis motivos.

Con independencia del valor que pueda tener Averroes para investigadores especializados, contemplado desde una óptica filosófica general se le viene reconociendo importancia en la Historia de la Filosofía en relación con dos puntos fundamentales de su doctrina (ver, por ejemplo, la voz “Averroes” del Diccionario de Ferrater Mora): 1) la eternidad del mundo (en contra de la doctrina de la creación “ex nihilo”) y 2) la unidad del intelecto agente (en contra de la existencia de un alma personal inmortal).

En cuanto al primer punto, Averroes no es nada original, ya que la doctrina de la eternidad del mundo es rasgo común del pensamiento islámico al menos desde Avicena.

En cuanto al segundo (“de unitate intellectus”), frente a la postura tradicional, y unánime entre los más prestigiosos historiadores de la filosofía, parece ser que hay en nuestro país algunos investigadores (Manuel Alonso, Salvador Gómez Nogales, Idoia Maiza) que han “descubierto” que Averroes sostenía la inmortalidad del alma personal. Este punto de la unidad del intelecto es, ciertamente, el que mayor interés viene despertando en los filósofos actuales, por cuanto representaría la primera formulación de forma clara en la historia del pensamiento (dada la oscuridad de los textos de Aristóteles) de “la vigencia de una subjetividad universal que actuase en todo sujeto racional” tratándose, por tanto, de “una formulación que... proponía una filosofía trascendental que se interesa por las actividades de la razón en tanto que son posibles a priori, es decir, necesarias y universales. Y que postergaba la individualidad en beneficio de esa universalidad vigente en nuestra conducta teórica o práctica” (Fernando Montero Moliner, “El averroísmo en la filosofía moral de Kant”; puede consultarse en www.ucm.es/BUCM/revistas/fsl/02112337/ar.../ASHF9292110039A.PDF). No está de más recordar que Herder descalificaba a Kant tildándolo de "averroísta", como narra Montero en su artículo..

Sin embargo, si nos apuntamos a la moda de esa novedosa corriente discrepante hay que concluir, al contrario de lo que persiguen sus valedores, admiradores del filósofo andalusí en cuyo estudio se han especializado, que Averroes habría sido beneficiario de una sobrevaloración histórica, funcionando como un mito de “prestigio” para una doctrina que no sería imputable a él, de forma genuina, sino a Siger de Brabante y Boecio de Dacia (los llamados “averroístas latinos”), que necesitaban como pantalla al “Comentador” para poder exponer sus revolucionarias (y contrarias al dogma cristiano) teorías de elaboración propia. Y debería serles reconocido a ellos esta importante aportación a la historia del pensamiento y no al filósofo cordobés a quien se le habría imputado tradicionalmente de forma indebida. La importancia de Averroes, pues, quedaría reducida a su reconducción de la filosofía islámica desde el misticismo a que la había llevado Algazel a un cierto “racionalismo”; y no mucho más, lo que es bastante poco para que merezca nuestra atención desde un punto de vista contemporáneo, puesto que no habría aportado nada original a las líneas fundamentales del desarrollo filosófico en Occidente.
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Re: Sobre el intelecto en Averroes 08 Feb 2011 08:51 #1128

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Para los que estéis estudiando la asignatura este año, a mí fijarme en el comentario de texto de Nolano me sirvió para entender mejor a Averroes. Después me fui fijando en los comentarios que salieron en años anteriores y los fui preparando en casa teniendo como guía el primero. Acabó gustándome Averroes y os animo a pillar "Sobre el intelecto" con mucha paciencia y curiosidad, vale la pena.
No tenemos tutor pero tenemos a Nolano que nos ofrece un buen ejemplo de comentario. No se puede pedir más.
Saludos y ánimo
"Burru fó Perico a Uviedo, burru fó y burru vieno."
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Re: Sobre el intelecto en Averroes 08 Feb 2011 18:10 #1149

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En Madrid no contábamos con valija virtual cuando yo hice, ese mismo febrero de 2008, mi examen, así que no puedo recuperar el comentario de texto que hice al respecto. Pero sí recuerdo que, tras consultar diversos manuales pude apreciar que a la ambigüedad aristotélica, mediada diversamente por las tradiciones peripatéticas, se sumaba la compleja doctrina averroísta sobre la que ni siquiera hoy hay consenso interpretativo. Lo cierto es que recuerdo haber expresado esto mismo manifestando la cierta perplejidad con la que uno podía abordar este asunto en Averroes dadas las posibilidades, y merecí buen reconocimiento en la nota.

Para sumar leña, baste ver cómo Copleston sitúa a Averroes en una mezcla de las corrientes que Nolano exponía en su comentario:
...aun cuando el haber rechazado la teoría de la emanación haga a Averroes, en cierto sentido, más ortodoxo que Avicena, el cordobés no siguió a éste en su aceptación de la inmortalidad personal. En efecto, Averroes siguió a Temistio y a otros comentadores al sostener que el intellectus materialis es la misma substancia que el intellectus agens, y que ambos sobreviven a la muerte, pero siguió a Alejandro de Afrodisia al sostener que esa substancia es una Inteligencia unitaria y separada. (Es la Inteligencia de la luna, la más baja de las esferas.) El intelecto pasivo individual en el hombre individual se convierte, bajo la acción del intelecto activo, en «intelecto adquirido», el cual es absorbido por el intelecto activo de tal manera que, aunque sobrevive a la muerte corporal, no lo hace así en tanto que personal, como individuo existente, sino como un momento en la inteligencia universal y común de la especie humana. Hay, pues, inmortalidad, pero no hay inmortalidad personal. Esa opinión fue enérgicamente combatida por santo Tomás de Aquino y otros escolásticos, aunque fue mantenida por los averroístas latinos como una verdad filosófica.
Y Abbagnano se pronuncia en una línea similar, aunque distinguiendo el entendimiento especulativo que complica más el panorama:
Esta doctrina [la tradicional en la filosofía musulmana desde Al-Kindi y Avicena hasta Ibn Tufayl], que con pocas variantes aparece en los sistemas antes expuestos, sufre una modificación sustancial por obra de Averroes: el intelecto material o hílico no es el alma humana. Y no lo es por las mismas razones por las que no lo es el entendimiento agente: o sea, porque las formas inteligibles que son su objeto potencial son universales, eternas, indestructibles y no lo serían si siguieran la suerte del alma humana que es diversa en diversos individuos y unas veces piensa y otras no, ni tampoco piensa del mismo modo en todos. Por los mismos motivos también el entendimiento adquirido o especulativo (Adeptus, speculativus) que resulta de la acción del entendimiento agente sobre el entendimiento material o posible es uno en todos los hombres y separado del alma humana. Pero este último puede ser participado por las almas
humanas en su multiplicidad y mutabilidad, y puede ser participado por ellas en la forma de un hábito, de una disposición, o de una preparación (habitus, dispositio, preparatio) que constituye la perfección de las almas mismas. Esta disposición y preparación constituye la perfección del alma humana: una perfección que sigue las vicisitudes, es decir, el nacimiento o la muerte, del alma misma porque pertenece a su capacidad imaginativa (que está ligada al cuerpo). En consecuencia, el entendimiento especulativo puede llamarse, por un lado, único, y por otro, múltiple; por un lado eterno, por otro generable y corruptible. En sí mismo es único y eterno. Como disposición o preparación del alma es múltiple y sujeto al nacimiento y a la muerte.

Según Averroes, esta solución permite resolver todas las dificultades que la doctrina del entendimiento provoca en las soluciones adoptadas por sus predecesores. Dice Averroes: "Si el objeto inteligible fuese absolutamente único en mí y en ti, ocurriría que, cuando yo lo conociera, lo conocerías tú
también, y otras cosas imposibles. Por otro lado, si el objeto inteligible fuese diverso para los diversos individuos, ocurriría que el mismo objeto sería en mí y en ti único en .su especie y doble en la individualidad de modo que habría otro objeto fuera de si y este otro, y así sucesivamente. Además, en este caso, sería imposible que el discípulo aprendiese del maestro, a no ser que la ciencia que está en el maestro no sea una virtud que engendra otro fuego semejante a sí mismo : lo cual es imposible. Pero cuando se plantea que el objeto inteligible que está en mí y en ti es múltiple para el sujeto para el cual es verdadero, es decir, existente y material, tales cuestiones se resuelven perfectamente."
Javier Jurado
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Re: Sobre el intelecto en Averroes 08 Feb 2011 23:57 #1156

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Pues a Guillermo Fraile, sin mucha garantía de éxito, tal y como modestamente admite, le parece que al hombre individual no le corresponde exactamente ningún intelecto. El intelecto material es en realidad la virtus imaginativa que es la potencia para recibir los inteligibles por parte del intelecto agente universal.

Resulta curioso cómo explica G. Fraile que entendimiento agente, material y entendimiento que pasa de la potencia al acto; esto es, en hábito transeúnte, son universales y eternos. Para ello, apunta el Padre Fraile, entran aquí en juego los conceptos de acto y potencia. Sólo Dios es acto puro. El intelecto agente es la actualización del intelecto material, y como ambos son universales y participados, también lo es su intermedio, el intelecto en hábito. Así es que el hombre individual, al que no le corresponde exactamente ningún intelecto, sólamente aporta la fantasía de su imaginación mediante la cual se dispone a recibir la iluminación del intelecto agente.

Por lo tanto tenemos dos ódenes intelectivos (G. Fraile):

1º Colectivo: propio de la especie humana y dividido en tres entendimientos: a) el material o potencial; b) el agente o en acto y c) el entendimiento especulativo (intermedio), que es el que pasa de la potencia al acto y que también es universal al serlo los dos anteriores. Como se puede observar en realidad estos tres mismos entendimientos universales son el mismo.

2º La virtus imaginativa (que hace de intelecto potencial personal), propia de cada hombre y perecedera. Pero atención que aún hay un matiz más a este respecto. Si la iluminación que recibe la virtus imaginativa es muy intensa entonces ésta da lugar a otro entendimiento especulativo o en hábito (no agente, pero casi) que, además, es propio de cada hombre.

Pues esta es la interpretación de G. Fraile. En ningún momento sostiene que el intelecto agente sea propio de cada individuo. Es más, éste, a lo sumo, puede lograr una especie de entendimiento especulativo en hábito. Pero en realidad, entendimiento agente, potencial y especulativo (el que pasa de la potencia al acto) son universales y eternos.

Esta interpretación, con algunos matices, viene a ser la que sostienen Abbagnano, Ferrater Mora..., etc. Viene a ser la que los Averroíostas latinos (Siger básicamente) sostuvieron.

Nolano con respecto al inteligible te comento que Idoia Maiza considera en su libro sobre Averroes (su tesis doctoral) que inteligible e intelecto son lo mismo. El inteligible es eterno, único y existe en acto fuera de la mente humana. Además es inmaterial, exactamente como el intelecto agente. De hecho apela la profesora a que sólo lo semejante puede conocer lo semejante, por tanto, sólo algo inmaterial puede aprehender algo inmaterial. Sólo hay una manera posible de aprehender el inteligible que es único, eterno y reside fuera de nuestra alma. Si lo conseguimos entonces el inteligle "cambia de nombre" para convertirse en nuestro intelecto agente. Es decir, que inteligible e intelecto agente son lo mismo.

Según esta tesis Averroes no tuvo problemas para sostener la unicidad del entendimiento en el sentido anteriormente señalado. Lo difícil para Averroes fue explicar cómo integrar en una misma entidad algo incorpóreo y algo corporeo. Que éste sea su problema y no otro ya nos hace pensar que el entendimiento era es una parte del alma indicidual. Dice la profesora que Averroes dejó esta custión sin esclarer pero que no por eso hay que concluir que no integró al intelecto agente en el alma. Aquí el problema viene del entendimiento potencial. En cuanto potencial es material. Pero, ¿cómo integrarlo en algo inmaterial?. La respuesta de la profesora no tiene desperdicio: el entendimiento material no es ni un cuerpo ni una potencia en un cuerpo, es algo compuesto por una disposición en nosotros y un entendimiento unido a esa disposición, a la manera en que se une la forma a la materia. Aquí la palabra clave es disposición, la cual no implica potencialidad en sentido estricto. Continúa diciendo: es ese mismo entendimiento, que es el mismo entendimiento agente, el que intelige los inteligibles en su calidad de forma y los recibe en calidad de materia.

Pero entonces, ¿cómo una sustancia inmaterial, que es el entendimiento agente o inteligible, puede existir en un estado de potencialidad?. Por lo visto esta es realmente la cuestión importante para Averroes, y no si el entendimiento agente está o no en nuestra alma (que para la profesora está muy claro que lo está). Averroes, dice la profesora, la resuelve reconociendo un cuarto género de existencia que "se les escapa a algunos filósofos modernos”, pues así como un existente sensible se divide en forma y materia, así también la existencia del inteligible inmaterial debe dividirse en forma y materia. La existencia de una "cuasi materia" en el dominio inmaterial se comprende por su concepción de las inteligencias separadas que mueven los cuerpos celestes. Esos motores son en número (aquí apela a Aristóteles) los mismos que las esferas, y que una pluralidad de inteligencias incorpóreas sólo es concebible si están individualizadas y sujetas a enumeración, gracias a la presencia en todas ellas, salvo en el motor de la primera esfera, de un componente cuasi material. El entendimiento material humano consiste en la misma cuasi materia. Es así el último eslabón dentro de la jerarquía de existencia inmaterial, por debajo del entendimiento activo. Por consiguiente, puede existir una sustancia inmaterial en un cierto estado de potencialidad.

Pues ya veis, la única dificultad que realmente se le presentaba a Averroes se soluciona apelando a la existencia de esa "cuasi materia" de la que hablaba Aristóteles. Así es como una sustancia inmaterial puede ser "un poco material en potencia".

Pero entonces no entiendo cómo es que dice la profesora que esta cuestión no está esclarecida por Averroes (la de integrar una sustancia inmaterial y material en una misma esencia). Si esto es así, ¿quiere decir eso que la solución aquí aportada es “made in Idoia Maiza”?. Porque si es así siempre puede haber un margen para la duda. Otra cosa es que esa solución la hubiera aportado Averroes. A mi entender esa solución es la conclusión de la profesora que ha “fabricado” atando cabos a partir de sentencias sueltas del Tahafut dispersas por aquí y por allá y que juntándolas pueden dar pie a esa interpretación. Por eso apelaría la profesora a que lo dicho por Averroes en el Tahafut hay que entenderlo en el conjunto de toda la obra. Es la excusa perfecta para interpretar sentencias sueltas de diferentes partes de la obra y sistematizarlas para formular una posible solución ante una aporía irresoluble.

Bueno, me he alargado un poco. Pero es que como me tengo que examinar de esto lo intento llevar todo lo por la mano que me permite mi intelecto; que ya no sé exactamente donde lo tengo, si en la luna (agente universal) o en mi cabeza. :P
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Re: Sobre el intelecto en Averroes 09 Feb 2011 00:25 #1157

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Conrado, que la profesora diga que el inteligible "es inmaterial, exactamente como el intelecto agente", no quiere decir que sean la misma cosa. Sólo quiere decir que ambos son diferentes del intelecto paciente ("patético") o material.

Por otro lado, creo que no hay que confundir la "hyle" o materia aristotélica, con la materia tal y como la entendemos actualmente (la "masa" de Newton, en el latín de los Principia es "materia"). Por eso puede haber un intelecto material que no sea corporal. No creo que el problema cartesiano de cómo se unen la "res extensa" y la "res cogitans" tuviera sentido alguno para Averroes. Aunque puedo estar equivocado; mis conocimientos de Averroes no llegan a tanto.

Finalmente, no hay que olvidar que Averroes tuvo una evolución, como explica Martínez Lorca. No he entrado en esa cuestión pues ya es bastante complejo el asunto tal y como aparece en el Gran Comentario. No obstante, y que no cunda el pánico, creo recordar que en algún examen salió un texto del Comentario Medio al De anima, en el que Averroes exponía un sistema en embrión que divergía bastante del sistema del Gran Comentario.

Por otro lado no deja de ser paradójico cómo intentan los jesuitas Fraile y el padre Alonso conciliar el pensamiento de Averroes con sus creencias en el alma individual y mortal. Salvadas naturalmente las distancias, en el fondo su conflicto se asemeja al de los averroístas latinos.
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Re: Sobre el intelecto en Averroes 09 Feb 2011 15:40 #1183

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Nolano muchas gracias por tus aportaciones. Sí, soy consciente de que intelecto agente e inteligible no son exactamente lo mismo.

Una cuestión. Tengo una duda respecto al papel de la última ineligencia emanada en Averroes. Como sabéis Averroes también tuvo una cierta influencia neoplatónica, si bien es cierto que es más aristotélico que neoplatónico. Aún así admitió la emanación de las tríadas inteligencia-alma-esfera según la astronomía de Ptolomeo.

Ahora viene mi duda. Si la inteligencia de la esfera de la luna, la que es el intelecto agente en Avicena, no es para Averroes ni el dador de formas ni el Intelecto Agente (siguiendo la tesis de Idoia Maiza de que el intelecto agente está en el alma humana), ¿entonces cuál es exactamente el papel que juega en Averroes esta última inteligencia emanada?.

Gracias.
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Re: Sobre el intelecto en Averroes 09 Feb 2011 16:26 #1184

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Me interesa refrescar esta cuestión para Historia de la Filosofía española en la que Averroes vuelve a aparecer, así que agradezco vuestros comentarios.

Además de que existen distintas líneas interpretativas según sea la fuente en la que se apoyen (y que evidencian incoherencias y/o evolución en el pensamiento de Averroes), lo que a mí me va quedando es más bien que Averroes habló en diferentes sentidos del intelecto – en otra suerte de “analogía” como la del ser:

1. Ontológicamente hablando, sobre el intelecto agente, parece que Averroes acabó rechazando el trascendentalismo tradicional de la filosofía musulmana desde Avicena, y así éste ya no se identificaría con el Dator formarum y, desacralizado, perdería su identificación con la última esfera. El intelecto agente dejaría así de ser una “inteligencia” sustantiva para pasar a ser más bien una “facultad”. En este sentido irían las palabras de Nogales que apuntan a la aportación de Averroes como primer pensador medieval que niega el carácter extrínseco del intelecto agente apostando por el intrínseco, acaso siendo más fiel a Aristóteles. Y también así se explicaría la tradición inmanentista en la que Martínez Lorca ubica a Averroes. En este sentido podría conciliarse esta interpretación con la afirmación de los Abbagnano, Copleston, Fraile y compañía de que Averroes, siguiendo a Temistio, sostenía que el intellectus materialis es la misma substancia que el intellectus agens. Quedaría pendiente el problema que Maiza dice que Averroes dejó sin esclarecer sobre la integración entre intelecto agente-inmaterial y el intelecto potencial-material.

2. Ontológicamente hablando, sobre el intelecto material, Martínez Lorca advierte la evolución inversa que se da en el pensamiento de Averroes al final de sus escritos: tras haberlo "desontologizado" inicialmente – como facultad para la recepción de formas determinantes de los inteligibles en su seno –, volvería a conferirle el estatus de sustancia inmaterial extrínseca, como pura potencialidad sin determinación alguna en cuyo seno se dan todos los inteligibles en potencia, que son únicos. Esto enlazaría con la interpretación de Abbagnano, Copleston y compañía en la que el intelecto material o hílico no es el alma humana – contrariando el punto anterior – porque las formas inteligibles que son su objeto potencial son universales y eternas, y no lo serían si siguieran la suerte del alma humana que es diversa en diversos individuos y unas veces piensa y otras no, ni tampoco piensa del mismo modo en todos. La disposición de la que Maiza habla trataría de salvar la compatibilidad entre el punto anterior y este giro de Averroes, lo que le conduce a hablar de ese hilemorfimo dentro del propio intelecto material, diciendo que no es ni un cuerpo ni una potencia en un cuerpo sino algo compuesto por una disposición en nosotros y un entendimiento unido a esa disposición como apuntaba Conrado, y que ella propone para interpretar a un inconexo Averroes en el conjunto de su obra.

3. Dicho esto, la cuestión que sale a relucir es si no habrá una anfibología en Averroes y estemos mezclando un razonamiento al mero nivel epistemológico desde el que Averroes podría haberse pronunciado. Así, el intelecto agente ontológicamente puede, como forma, ser intrínseco al sujeto e incapaz de sobrevivir independientemente de él, pero epistemológicamente hablando, como luz capaz de hacer ver a todos los hombres, ser un ente (epistemológico, insisto) incorpóreo que trasciende al alma humana, tal y como aparece en el Gran Comentario al De Anima. En este sentido epistemológico, quizá, es como puede decirse que el intelecto agente se identifica con los inteligibles, línea en la que se posicionan Maiza y Martínez Lorca, y que representaría el intento de Averroes de salvar la existencia de una ciencia objetiva, frente al subjetivismo gnoseológico, haciendo que con esa trascendencia permanezca más allá de la verdad particular que muere con cada uno. En este sentido podría conciliarse esta interpretación con la afirmación de los Abbagnano, Copleston, Fraile y compañía de que Averroes siguiendo a Alejandro de Afrodisia consideraba que el intelecto agente era una substancia unitaria y separada.

4. Y dadas las posibilidades anteriores, el intelecto paciente individual que se convierte en especulativo, adquirido o habitual por acción del agente queda en el meollo de la polémica. Para hablar de inmortalidad del alma, ontológicamente habría que situarlo en ella. Sin embargo, si es capaz de recibir de alguna manera los inteligibles, participa de su universalidad, dejándole con medio pie fuera de la particularidad humana. Y así cabría hablar, como hace Copleston, de que el intelecto adquirido sobrevive a la muerte corporal, pero no en tanto que personal, sino como momento en la inteligencia universal de la especie humana, y que es participada por las almas humanas en su multiplicidad y mutabilidad en la forma de hábito, disposición, o preparación (habitus, dispositio, preparatio). Hay quienes incluso distinguen entre el intelecto habitual y el adquirido (adeptus), como Martínez Lorca (p.144), alcanzándose éste en la unión completa con el intelecto agente. Esta anfibología enlazaría con la tesis de Abbagnano y compañía de que el intelecto adquirido o especulativo puede llamarse, por un lado, único, y por otro, múltiple; por un lado eterno, por otro generable y corruptible, pues en sí mismo – epistemológicamente hablando – es único y eterno, pero como disposición o preparación del alma – ontológicamente hablando – es individual, engendrado, transitorio y sujeto al nacimiento y a la muerte. Martínez Lorca considera que queda en el aire la unicidad del intelecto humano, pues Averroes no pareció pronunciarse explícitamente al respecto o fue ambiguo: los inteligibles son idénticos, pero los intelectos son diversos. O lo que es lo mismo, epistemológicamente podría considerarse que el intelecto humano participa de lo universal, y trasciende así al individuo. Pero ¿basta esto para asegurar ontológicamente su inmortalidad, o se trata de una inmortalidad puramente epistemológica como participación del intelecto de la humanidad, haciendo que la verdad de Sócrates sobreviva a la muerte de Sócrates? El averroísmo latino pareció consolarse con la interpretación epistemológica, que a la teología tomista y a la doctrina oficial no bastó.

No sé si lo he liado aún más, pero creo que puliendo flecos a partir de aquí podría quedarme con una foto algo más clara dentro de lo que cabe.

P.D. 1: Según la interpretación de G. Fraile que ha expuesto Conrado, no hay intelecto agente en cada individuo conforme a la tesis de Abbagnano, Copleston y Ferrater Mora por lo que no entiendo, Nolano, por qué dices que Fraile con su postura intenta conciliar el pensamiento de Averroes con sus creencias en el alma individual y mortal, pues como bien apunta Conrado, esta tesis se aproximaría más a la herética de Siger de Brabante y al averroísmo latino tradicionalmente entendido.

P.D. 2: Por otro lado, sobre la identificación entre lo inteligible y el intelecto agente, Martínez Lorca es más explícito aún alineándose con Maiza: "Siguiendo a Aristóteles, [Averroes] afirma también la identidad entre intelecto e inteligible. «Otra cosa que también es peculiar de esta percepción intelectual es el que la percepción en ella sea idéntica al percipiente. Y por eso se dice que el intelecto es lo inteligible en sí mismo. [...] Y no sucede esto en el sentido de la misma manera»" (p. 145). En la línea además de Nogales y Maiza, Martínez Lorca parece también decantarse por que "Averroes sitúa en el alma humana las funciones intelectivas llevadas a cabo por el intelecto material y el intelecto agente". (p.147)
Javier Jurado
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Última Edición: 09 Feb 2011 19:54 por Kierkegaard.
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Re: Sobre el intelecto en Averroes 09 Feb 2011 19:40 #1188

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Me parece muy plausible tu interpretación, Kierkegaard, basada en la distinción entre un punto de vista epistemológico y un punto de vista ontológico.

Por un lado, es evidente que Averroes (como Aristóteles) afirma que los distintos "intelectos" son facultades, no entidades diferenciadas; sólo hay un intelecto. No se puede comprender el intelecto agente sin el material, y viceversa. No hay forma sin materia ni materia sin forma; ése es un principio indeclinable del aristotelismo; y su principal punto de discrepancia con el platonismo.

Por otro lado, nada existe si no es mediante los individuos. Desde ese punto de vista cada uno tiene su "alma" o, mejor, psique. Lo que está en juego en el averroísmo latino no es si hay psique, sino si hay alma inmortal trascendente, si hay Gloria e Infierno conforme al dogma musulmán y cristiano.

Mi mención a Fraile (al que no he leído), que dices no entender, procede del siguiente texto de Conrado:

"2º La virtus imaginativa (que hace de intelecto potencial personal), propia de cada hombre y perecedera. Pero atención que aún hay un matiz más a este respecto. Si la iluminación que recibe la virtus imaginativa es muy intensa entonces ésta da lugar a otro entendimiento especulativo o en hábito (no agente, pero casi) que, además, es propio de cada hombre".

Desde luego la corriente que atribuye a Averroes la doctrina de un alma personal inmortal no nace en Fraile, sino en Alonso. Pero me pareció que algo parecido quería apuntar oscuramente Fraile, a tenor de esa cita de Conrado.

Sobre la cosmología aristotélica-averroística, yo diría que, en principio, no tiene papel alguno en la noética de Averroes. En mi opinión las esferas celestes sólo tienen un papel de transmisoras de movimiento desde el primer motor inmóvil hasta el mundo sublunar. Su estudio pertenece al estudio de la causa eficiente y, por tanto, a la física, no a la metafísica. No obstante tengo que hacer notar que Guthrie en el sexto y último tomo de su monumental Historia de la filosofía griega somete a consideración, con la objetividad y exhaustividad que le son característicos, la hipótesis de que, para Aristóteles, el intelecto agente es también, a su vez, el primer motor inmóvil (pp. 334-342); y a Guthrie le parece aceptable esa identificación.
Bin ich doch kein Philosophieprofessor, der nöthig hätte, vor dem Unverstande des andern Bücklinge zu machen.
No soy un profesor de Filosofía, que tenga que hacer reverencias ante la necedad de otro (Schopenhauer).


Jesús M. Morote
Ldo. en Filosofía (UNED-2014)
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Última Edición: 09 Feb 2011 19:42 por Nolano.
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