Como ningún hegeliano entra... te pongo algunos comentarios que tengo yo extraidos de la Filosofía del Arte (la versión basada en los apuntes de Kheler que publicó Abada), por si te pueden orientar:
“Puede decirse que el arte expone la idea mediante la apariencia, mediante la ilusión [...]. Se llama apariencia al medio del modo de exposición [de la idea] porque su exposición no tiene la realidad efectiva que consideramos en los hombres vivientes. El presente sensible es realidad; al modo de exposición del arte lo denominamos apariencia. Sobre esta oposición ha de apuntarse que lo que se entiende por realidad sensible no se llama realidad en filosofía; en el sentido del espíritu únicamente es verdadero lo en-y-para-sí. Lo verdadero en el presente sensible son los poderes que hay en ello, lo espiritual, lo ético; estos poderes eternos universales son los que se exponen a través del arte. Por tanto, lo que en el arte significa apariencia es que la realidad cotidiana está superada-asumida. Y la apariencia en el arte es más bien una forma mucho más verdadera, superior, frente a la forma en que estamos acostumbrados a ver lo ético. A la eticidad del mundO cotidiano la denominamos realidad cotidiana. Eso que llamamos realidad es caos; sin embargo, el caos está más bien únicamente en la apariencia, y lo que el arte lleva a aparición fenoménica son los poderes [que actúan] en el caos” (p. 97).
"La idea de lo bello no puede captarse sin más como mera idea, sino como ideal. La idea para sí es lo verdadero como tal en su universalidad; el ideal es la verdad en su realidad efectiva, al mismo tiempo en la determinación esencial de la subjetividad. [...]La idea configurada es el ideal" (pp. 99-101).
"Idea e ideal son tan diferentes que la idea es, en efecto, realización del concepto, aunque nosotros permanezcamos en ella para captar pensando este modo de la realidad, mientras que el ideal también se representa existiendo en el modo de la realidad, pero de modo que esta permanece bajo el dominio del concepto. Sin embargo, la realidad efectiva no es únicamente un progresar del concepto a su realidad, sino que va todavía más allá, entra en las limitaciones exteriores de la existencia natural y atrofia en esa naturaleza el ideal como tal. El hombre, el hombre existente, es idea, y sería ideal si existiese únicamente conforme a la idea; pero no es esto solo sino que también es hombre naturalmente existente. El concepto, al entrar en la existencia, accedo con ello a la necesidad exterior, a la conexión y realización efectiva con otras existencias, y lo natural comienza ya a no ser adecuado a los ideales. Además la expresión de lo espiritual y la de lo únicamente natural son distintas. Los granos, el pelo superfluo o las manchas en el rostro pertenecen a la mera organización natural, no al alma espiritual; las pasiones, que se reproducen en las familias, engendran una particular expresión; clima, región, disensión interior, vicio, ofrecen deformaciones frente a las cuales lo ideal es indiferente" (pp. 123-125).