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TEMA: La Renta Básica

La Renta Básica 26 Mar 2018 20:42 #43191

  • elías
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Acabo de terminar recientemente la relectura del libro que lleva por título “Las ideas políticas en el siglo XXI” de la editorial Ariel Ciencia Política publicado en el año 2002

En el capítulo titulado “ Política sin ideas, ideas sin política: En torno al pensamiento único” del Catedrático de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad Autónoma de Barcelona D. Joan Botella me llamó poderosamente la atención un epígrafe titulado: “Una ilustración: la propuesta de una renta básica”

Intentaré dar un resumen de dicho epígrafe de la forma más objetiva posible.

Dice que en los últimos quince años ha cobrado resonancia una propuesta cuya paternidad intelectual se atribuye al filósofo político belga Philippe van Parijs, que denominaremos la renta básica. Bajo esa denominación se plantea el siguiente esquema: las políticas convencionales de subsidios del Estado de Bienestar son ineficaces , son costosas y no han conseguido erradicar de modo efectivo la pobreza, ni siquiera en los países más ricos del Occidente Capitalista. La propuesta de la renta básica consistiría en que los poderes públicos pagasen una renta, un salario, a todos y cada uno de los ciudadanos, por el mero hecho de serlo. Esa renta sería acumulable a cualquier otra fuente de ingresos que la persona en cuestión pueda tener; ello eliminaría de raíz la necesidad de una administración inspectora encaminada a combatir el fraude. Además dicha propuesta garantizaría a todos los ciudadanos una renta suficiente, lo que eliminaría las situaciones de pobreza.

Joan Botella considera que la propuesta es atractiva por su simplicidad, por su universalidad, y porque los problemas que desea resolver son problemas reales. Ahora bien, considera que cuando se entra a examinar los detalles concretos de su posible implementación, y su consecuencias de tipo directo e indirecto, aparecen serias dudas.

Joan Botella las separa en tres ámbitos:

1.- Ámbito ético- cultural

Nos dice que aunque probablemente nadie rechazaría la idea de cobrar un salario por el mero hecho de existir, la centralidad del valor “trabajo” en las sociedades occidentales sigue siendo un dato dominante. Aunque erosionado por la realidad del paro y de las malas condiciones laborales, y asediado por la pujanza e la industria del ocio, el trabajo sigue siendo un valor central; por otra parte, y a pesar de movimientos a favor de la reducción de la jornada laboral, parece haberse registrado a lo largo del último decenio un incremento real del volumen de horas trabajadas per cápita.

Nos dice que en ese sentido es fácil imaginarse que la idea de una renta incondicionada y desvinculada de toda actividad productiva fuese rechazable para amplios sectores sociales, que no aceptarían fácilmente que se pudiese vivir sin trabajar. Sí, de hecho, las relativamente modestas políticas del Estado del Bienestar ya son enjuiciables negativamente por volúmenes considerables de ciudadanos, por tratarse de políticas que favorecen actitudes free-rider, sólo cabe imaginar cuáles serían las reacciones si se pasase a una política a gran escala como la que proponen los partidarios de la renta básica.

2.- Ámbito Político

Se pregunta el profesor Joan Botella por el coste o importe de la renta básica. Nos dice que hay propuestas muy diferentes pero que él va a elegir la propuesta que él considera que concita un mayor consenso. Se elegiría como renta básica el salario mínimo anual que en el año 2001 rondaría las 900.000 pesetas ( 5.400 euros) Por tanto el toral serían unos 36 billones de pesetas (recuerden el año en que fue publicado el libro) para pagar a los cuarenta millones de españoles. Otras versiones sitúan como beneficiarios a los ciudadanos mayores de edad, mientras que los menores de edad recibirían una paga menor, del orden de la mitad o los dos tercios del importe del subsidio universal, lo cual llevaría a un cifra algo por debajo de los 32 billones de pesetas.

El autor nos dice que entender estas cifras significa situarlas en su contexto adecuado. Y así nos dice que el tamaño total del sector público español importaba, en el año 2000, una cifra del orden de los 47 billones de pesetas. En otras palabras, la propuesta de subsidio universal garantizado, o renta básica de ciudadanía, supondría el tener que eliminar tres cuartas partes del gasto público y poner ese dinero directamente en manos de los ciudadanos. La supresión de ese volumen de gasto público supondría, lógicamente, eliminar la gran mayoría de los servicios públicos ( como educación primaria, superior, sanidad, probablemente seguridad, etc) de tal manera que los ciudadanos deberían adquirirlos a proveedores privados.
En otras palabras, la propuesta encaminada originalmente a reducir las desigualdades y a eliminar la pobreza acabaría conduciendo a una privatización en unas dimensiones sin precedentes y a un auténtico desmantelamiento de todo el sistema de servicios públicos.

Se daría la paradoja que la implantación de la renta básica convergería de un modo inusitado y sorprendente con la posición liberal-conservadoras más radicales.

3.- Ámbito de la economía

El autor nos dice que la pobreza no se define en términos absolutos ( pobre es quien ingrese menos de X euros al día) sino que la pobreza es siembre relativa. La pobreza consiste en una escasez de medios en relación a la distribución existente en la sociedad. En la Unión Europea se define como pobre aquella persona cuyos ingresos no superen la renta mediana.

La idea de una renta básica que viniese a sumarse a los ingresos que ya tiene cada persona no tendría ningún impacto sobre la distribución de la renta ( todos los ciudadanos recibirían un aumento lineal e igual cuantía), ni sobre la desigualdad de su distribución, ni sobre la reducción de la pobreza.

Las razones que aduce para ello es que no es difícil imaginarse que un aumento de la renta disponible por parte de los ciudadanos se transformase automáticamente en un aumento de la demanda y, por consiguiente, de los precios, que dejaría la situación final en términos similares al punto de partida.

Para finalizar simplemente recordarles que el título del capítulo del profesor Joan Botella era “Política sin ideas; ideas sin política. En torno al pensamiento único” y que lo ilustra mediante el epígrafe “ Una ilustración: la propuesta de una renta básica”

Independientemente de que se esté a favor o en contra, ya sea total o parcialmente, de las tesis del profesor Joan Botella dichas reflexiones nos deberían dar que pensar y en qué pensar. Muchas veces, y mucha gente, y con buena voluntad, nos habla de soluciones milagrosas que salvarían a la humanidad pero sin pararse a pensar cuáles serían las consecuencias reales de la aplicación de las mismas. Es decir, cuando se quiere aplicar una política sin ideas o unas ideas sin política las consecuencias pueden llegar a ser desastrosas. Dicho a lo laico: “Ten cuidado con tus deseos porque pueden volverse realidad” o dicho a lo religioso “ El infierno está empedrado de buenas acciones”.

Un saludo.
Última Edición: 26 Mar 2018 20:50 por elías.
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