Alma escribió:
Supongo que tú crees que al hacer juicios morales accedemos a algún ámbito concreto de la realidad o algo parecido. En mi opinión, la capacidad para hacer juicios morales es como la de hacer juicios estéticos. No en el sentido de que los juicios morales sean un tipo de juicios estéticos ni nada parecido, sino en el de que los juicios morales no reflejan hechos, sino que se trata de algo que sucede únicamente en la mente humana. Soy consciente de que este punto de vista no será compartido con casi nadie.
Creo que sé por donde vas, pero ¿podrías explicar mejor ese punto?
En mi opinión, los juicios morales no reflejan ninguna verdad. Del mismo modo que realizamos juicios estéticos pero la belleza no existe fuera de la mente humana, realizamos juicios morales pero lo bueno o lo malo no existen fuera de la mente humana. Supongo que mi posición es de algún modo cercana al emotivismo, pero no creo que los juicios morales provengan únicamente de las emociones, aunque estas sí que tienen cierta importancia. Creo que la empatía tiene un gran papel en el surgimiento de los juicios morales, aunque también otros elementos como la costumbre. Y no creo que alguien que dice "tal cosa es buena" esté diciendo "tal cosa me agrada", sino que él pretende que dicha cosa es objetivamente buena, independientemente de él, aunque en mi opinión se equivoca, o más bien dice algo que no tiene sentido (pues no veo en que residiría, desde el punto de vista objetivo, el que algo sea bueno o malo).
Eso no quiere decir que la ética carezca de importancia. Cuando alguien ama profundamente a otra persona, podría estar dispuesto a morir por salvarla, por ejemplo. Si le dijeran que el valor que atribuye a esa persona no es objetivo, sino que se debe únicamente a sus sentimientos, él, según cuál fuera su forma de pensar, podría estar de acuerdo, pero seguramente ello no le impediría sacrificarse por esa persona. Las emociones son muy poderosas y no necesitamos que digan algo sobre hechos para que sean fundamentales en nuestra vida. Lo mismo sucede, en mi opinión, con los juicios morales.
Tampoco creo que la razón no tenga importancia en ética. Los seres humanos tendemos a buscar la coherencia entre nuestras creencias y valores. Supongamos a alguien que considera que las mujeres deben estar al servicio de los hombres . Ese juicio moral seguramente esté relacionado con una creencia de que los hombres son superiores a las mujeres. No se puede deducir de dicha creencia (pues de ningún hecho se puede deducir un juicio moral) pero esa creencia seguramente contribuya a provocar dicho juicio moral. Pues bien, si le mostramos racionalmente que no hay motivos para afirmar que los hombres sean superiores a las mujeres, seguramente ello provoque, si se trata de alguien lo suficientemente reflexivo, un cambio en su juicio moral, y tal vez pase a creer que hombres y mujeres deben tener los mismos derechos. Otro papel de la razón estaría en mostrar la incompatibilidad entre distintos valores o fines y, por supuesto, tenemos también su papel puramente instrumental de permitirnos elegir los medios para realizar nuestros fines o valores.