Por cierto, elías, me gustaría preguntarte si la fenomenología contemporánea ha reflexionado sobre las tecnologías audiovisuales y el impacto que ello puede tener en la fenomenología de la percepción. Me refiero a que la posibilidad de grabar y reproducir audio y vídeo supone una objetivación y despersonalización de la percepción. Me dirás que cada persona percibe una misma grabación de distinta forma, pero no hay duda que la alta fidelidad que consiguen la tecnologías actuales prueba que gran parte de los contenidos perceptivos son impersonales y objetivables.
El otro día escuché un documental en Radio Nacional sobre los primeros archivos sonoros. Hay grabaciones muy interesantes, por ejemplo, las voces de Ortega y Unamuno. Me llamó la atención cuando comentaron que Unamuno se puso muy nervioso cuando le grabaron. No creo que se debiera a la timidez de Unamuno, creo que lo que debió impresionarle fue el hecho de objetivar algo tan personal como la propia voz. Algo parecido debieron sentir en esas tribus de las que dicen que sus miembros se negaban a que les hicieran fotos porque creían que les robaba el alma.
Un saludo.