Lo cierto es que, hoy en día, los diccionarios de ese tipo han quedado un poco desfasados, pues en wikipedia y, en general, en internet, podemos hallar casi todo lo que necesitamos.
Yo compré el Ferrater cuando me matriculé en Primero de Licenciatura, pero no he hecho gran uso de él, aunque me agrada tenerlo en mi biblioteca filosófica. Realmente me fue útil para entender algunos aspectos de la Filosofía medieval, como los conceptos de "quidditas" o "haecceidad", o para completar las escasas referencias de Abbagnano a algunos medievales. También para completar los incomprensibles aspectos del libro de Metafísica de Martínez, que peca de querer hablar de todo sin abarcar nada. Ahora recuerdo la doctrina de las categorías de Meinong, por ejemplo, para cuya comprensión acudí al Ferrater.
Pero, como digo, su uso es muy puntual. Perfectamente prescindible en el actual entorno académico. Pero una pieza interesante en nuestra biblioteca, sin duda.