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TEMA: Papel actual de los filósofos

Re: Papel actual de los filósofos 06 Abr 2011 12:29 #2236

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Acepto el reto, Kierkegaard. Ya que en lo de la lógica no occidental estamos de acuerdo, discutamos sobre si hay una gnoseología distinta de la occidental.

Yo, de momento, propongo que no la hay. Es lo más cómodo, pues hago recaer la carga de la prueba en quien afirma que sí hay una gnoseología no occidental. Pero por otro lado, bastará con poner un solo ejemplo para que mi tesis se venga abajo.

Centremos la cuestión, pues:
¿Hay alguna cultura que tenga un sistema admitido para dar por buena una afirmación sobre hechos del mundo que no sea reducible a los sistemas que admitimos en la cultura occidental?

Espero respuestas.
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No soy un profesor de Filosofía, que tenga que hacer reverencias ante la necedad de otro (Schopenhauer).


Jesús M. Morote
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Re: Papel actual de los filósofos 06 Abr 2011 14:25 #2237

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Nolano escribió:
¿Hay alguna cultura que tenga un sistema admitido para dar por buena una afirmación sobre hechos del mundo que no sea reducible a los sistemas que admitimos en la cultura occidental?
Antes de aventurarme a responder a esta pregunta, me gustaría que aclarases con algún ejemplo qué debemos entender por "reducible" a los sistemas que admitimos en la cultura occidental y cuáles serían esos "sistemas occidentales". Quizá te sirvan los dos principios que parecían primar entre los uzbekos.
Javier Jurado
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Última Edición: 06 Abr 2011 14:26 por Kierkegaard.
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Re: Papel actual de los filósofos 06 Abr 2011 15:23 #2240

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Aunque parezca que nos vamos dispersando, creo que la única forma de afrontar la cuestión del papel actual de los filósofos con una cierta consistencia pasa por ver si en el mundo actual de relativismo multicultural cabe todavía un reducto para los "primeros principios" que orienten una ciencia (y una política y una ética) desnortada por su rendición a la mera facticidad. Gran parte de la "inutilidad" de la filosofía hoy deriva de la percepción social de que todo es relativo. Yo voy a defender aquí la filosofía y su utilidad en el mundo actual; aunque sé que mi posición será siempre minoritaria, o quizá solitaria. Ya veremos.

De momento parece que sí que podemos hablar de unos principios lógicos no vinculados a culturas particulares. Ahora vamos con los principios gnoseológicos. Si también encontramos que hay un núcleo gnoseológico no vinculado a particularismos culturales, habremos dado, me parece, un paso más de importancia en la "refutación de la refutación de la filosofía". Si lo conseguimos, podemos seguir avanzando hacia el más resbaladizo terreno de la ética y la política.

Vamos, pues, con la gnoseología. Unos mensajes atrás apunté una posible razón de por qué los campesinos uzbekos no le respondían a Luria que los osos de Terranova eran blancos. Ahora voy a proponer otra posible razón diferente. Supongamos que estamos de charla con uno de nuestros uzbekos (Rustam, que tiene un nombre más fácil):

"Rustam: Las mujeres de las montañas de Uzbekistán tienen todas tres pechos.
Nolano: Mmm.
R: Mi aldea está en el centro de las montañas de Uzbezistán. ¿Cuántos pechos tienen las mujeres de mi aldea?
N: Bueno Rustam, no sé, tendría que haber ido a tu pueblo y haber visto cómo son allí las mujeres para poder responderte
".

Yo, Nolano, sé que si es verdad que todas las mujeres de las montañas de Uzbekistán tienen tres pechos, las de la aldea de Rustam también. Esa deducción es lógicamente impecable. Lo que ocurre es que yo creo que lo que afirma Rustam como premisa es falso y, por lo tanto, que es falsa la conclusión que se sigue de ella. Por lo tanto, me resisto a afirmar una cosa que creo que es falsa. No le puedo decir a Rustam: “eres un mentiroso”, así que me salgo por la tangente.

Resuelto el problema lógico, nos enfrentamos al problema gnoseológico: ¿qué criterios sigo yo para "creerme" la afirmación del otro? Y ¿qué criterios sigue Rustam? Y ¿son los mismos los míos y los de Rustam?

Se me ha ocurrido que podemos utilizar los métodos de prueba que se utilizan en los sistemas jurídicos occidentales para probar los hechos en los procesos penales. Aunque me salga (aparentemente) del terreno filosófico, creo que si en España se condena a la gente a la cárcel basándose en pruebas obtenidas de estas formas, es porque, en nuestra cultura, se considera que no hay otros métodos probatorios adecuados (si los hubiera se utilizarían) y, por otro lado, que todos los métodos de prueba válidos son pertinentes. Estos métodos son (excluyo la confesión del imputado, pues no viene al caso que nos ocupa ahora):
- La prueba testifical. El testimonio directo de quienes estaban presentes cuando sucedieron los hechos o el indirecto (si el directo no es posible) de quien recibió el testimonio de un testigo presencial desaparecido.
- La prueba documental. Registros materiales de cosas relacionadas con el caso.
- La inspección ocular del juez en el lugar de los hechos.
- Los informes periciales. Juicio de expertos sobre la materia de que se trate.
- Las presunciones. Hechos que se deducen, por enlace directo según la razón humana, de otros hechos probados.

Yo creo que la lista es bastante completa.

Aunque en el caso de los juicios la inspección ocular tenga un papel bastante secundario (pues el juez va al sitio pero en un momento bastante posterior al suceso) en la práctica gnoseológica tiene mucha importancia. Supongamos que llevamos a Rustam a un zoológico donde hay osos blancos. Estoy por afirmar que entonces no hubiera puesto reparo alguno a la deducción de Luria. Y a mí me pasaría lo mismo. Si voy a Uzbekistán, bajo del tren y empiezo a ver que todas las mujeres tienen tres pechos, estaré mucho más dispuesto a reconocerle a Rustam que las mujeres de su aldea también tienen tres pechos.

Como normalmente no será posible esa prueba por experiencia directa, también aumentan mucho las probabilidades de que yo crea a Rustam si me enseña unas fotografías. Y si no sólo me lo dice Rustam, sino que también otros uzbekos me lo han asegurado (y que no tienen nada que ver con Rustam). Igualmente, si un biólogo me da buenas razones para pensar que eso es un hecho biológico conocido debido a ciertas especificidades del clima y el entorno uzbeko. Finalmente, si me consta (por ejemplo, viendo a Rustam) que los hombres uzbekos tienen tres tetillas, puedo muy bien presumir que las mujeres tienen tres pechos, aunque no lo haya visto con mis propios ojos.

Bueno, ése es mi sistema occidental de “prueba de la verdad”. Yo sostengo que cualquier otro método de prueba de cualquier cultura es perfectamente reducible a alguno de estos métodos occidentales. Bastará con aportar un contraejemplo para desmentirme
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Re: Papel actual de los filósofos 06 Abr 2011 15:52 #2242

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Comparto contigo – no estás solo – ese afán por encontrar esos primeros principios, por dilucidar la utilidad de la filosofía, por sobreponernos al relativismo postmoderno. Pero para pulir esa propuesta, sigo jugando un poco con nuestros diálogos hipotéticos, en los que con algo de ficción y algo de rigurosidad histórica, hago referencia a los métodos que has listado.
- ¿En qué se basa para sostener su empecinado seguimiento de la teoría del movimiento de la Tierra, ése que sostuvo el tal Copérnico, y cuya tesis ha sido condenada ya por la Santa Madre Iglesia, maestro Galilei?
- En primer lugar, yo, Galileo, he observado cómo las manchas solares discurren por la superficie solar siguiendo la curvatura de una esfera a través de mi telescopio. En segundo lugar, esta carta del padre Scheiner, confirma que él también las ha observado. En tercer lugar, cuando quieran, podré mostrarles a través de mi telescopio el movimiento preciso de dichas manchas, que, por otro lado, algunos padres jesuitas del Collegio Romano, expertos en astronomía, han confirmado. Y a partir de aquí, para explicar este movimiento observado desde la Tierra, resulta casi imposible para mi intelecto imaginar que el Sol pudiera efectuar cuatro movimientos diferentes en lugar de deducir por la razón natural que el movimiento de la Tierra a su alrededor lo explicaría sencillamente.
- ¿Acaso en su temeridad no conoce el pasaje de nuestra Santa Biblia en el que Josué rezó a Dios para que se detuviese el Sol, y no la Tierra, durante todo un día para acabar con sus enemigos?
- Sí, lo conozco. Pero precisamente por ello, la detención del Sol que pidió Josué a Dios habría detenido el cosmos entero, como Ptolomeo enseñó. Por lo que si el Sol, como astro central, tuviera la capacidad, con la que ha especulado el astrónomo Kepler, de arrastrar con la rotación que revelan sus manchas el movimiento de los planetas, el sistema de Copérnico daría razón a las Escrituras.
- Tú, que naciste lleno de pecados por los cuatro costados, ¿quieres ahora enseñarnos a nosotros? ¿acaso la palabra de Dios no se ha pronunciado en los salmos de los profetas diciendo “Tú has fijado la Tierra firme e inmóvil” o “El fundó la tierra sobre sus cimientos; no será jamás removida”? ¿acaso pretendes con tu soberbia anteponer tu filosofía a la Palabra de Dios, comiendo como Adán del árbol de la Ciencia? ¿Osas con ello desafiar la orden de los ángeles exclamando “Hombres de Galilea, ¿qué hacéis ahí mirando al cielo?”?
No sé si el problema al que nos enfrentamos es irresoluble pues, ¿con qué criterio compartido, universal, determinaremos qué es y qué no es gnoseología? Hasta que no podamos resolver ese problema, los Bellarmino o los Ash'ari de hoy podrán entrometer sus principios dogmáticos entre los que podríamos convenir como gnoseológicos. No podemos presuponer tan facilonamente que el problema de los uzbekos es que simplemente nunca habían visto osos blancos, desechando la posibilidad de que no se atrevan por principio epistémico a juzgar por sí mismos lo que una autoridad anciana no les confirme antes. Es preciso analizar sin prejuicio etnocéntrico, qué estructuras culturales condicionan a los uzbekos para reaccionar así: puede ser que toda una red de poder interna a su cultura les tenga atados, o que hayan sufrido como pueblo demasiado por parte de occidentales como el que le inquiere y desconfíen sistemáticamente de ellos.
Javier Jurado
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Última Edición: 06 Abr 2011 15:58 por Kierkegaard.
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Re: Papel actual de los filósofos 06 Abr 2011 16:08 #2245

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Creo deducir, Kierkegaard, que propones el de Bellarmino como un “sistema gnoseológico” distinto del de Galileo, como un ejemplo que refutaría mi tesis de que todos los hombres seguimos el mismo sistema para decidirnos a dar por verdadera o no una proposición determinada.

Si es así, te hago las siguientes objeciones:

1.- Como te has referido a nuestros amigos los uzbekos, te hago notar que Vega Reñón, con acierto, ya destacaba que cada uno de los dos uzbekos hacía uso de diferente criterio para no admitir como verdadera la proposición de Luria. Sólo Abjurajmán utilizaba el “criterio de autoridad” que tú introduces como nuevo y diferente de los métodos que yo había enunciado como propios del sistema gnoseológico occidental:

Vega Reñón escribió:
juzgan que la cuestión sólo podría dirimirse por noticias dignas de crédito –i.e. procedentes de una persona acreditada- (según Abjurajmán), o por experiencia propia (según Rustam)

Por tanto, tampoco parece que por ahí vayamos a encontrar un “sistema gnoseológico uzbeko” con rasgos propios diferentes del nuestro. Y, en realidad, el criterio de “autoridad” no es distinto de los métodos que enumeré, pues puede ser fácilmente reconducido o bien a que la prueba testifical se base en testigos dignos de crédito, o bien a la prueba de peritos, según los casos.

2.- Respecto del caso de Bellarmino y Galileo tampoco creo que estemos ante dos sistemas gnoseológicos diferentes. Por un lado Galileo era creyente y, por lo tanto, admitía la veracidad de la Biblia; por otro lado, los jesuitas, como tú mismo haces notar, no desdeñaron la observación directa del cielo mediante el telescopio, realizando alguno de ellos aportaciones científicas interesantes. Por tanto el sistema probatorio de la verdad del que parten tanto Bellarmino como Galileo es el mismo. En lo que difieren es en la valoración o ponderación de los diferentes elementos de prueba (elementos que en ambos casos son, como digo, los mismos).

No hay ahí nada de raro, ni sistemas gnoseológicos incompatibles. Es frecuentísimo que un tribunal dicte sentencia y luego, el tribunal superior, al resolver el recurso, considere probados hechos diferentes de los que consideró el primer tribunal. Y no creo que eso indique un sistema diferente de conocimiento de los hechos, sino sólo que vivimos en la incertidumbre y, por tanto, siempre hay que completar las lagunas con algo que el sujeto pone de su parte.

Lo que estaba en juego en la polémica Bellarmino-Galileo no es el método o métodos válidos para verificar una proposición, sino si la Iglesia debía tener o no el monopolio de la valoración de la prueba.

Permíteme, en plan jocoso, que eleve al esperpento tu visión de esa polémica utilizando un viejo chiste. Galileo y Bellarmina están casados. Un día Galileo ha salido del trabajo intempestivamente y vuelve a casa por sorpresa, donde halla a Bellarmina en pleno acto adúltero con el fontanero. Y dice Bellarmina: “¡Tranquilo, Galileo! Esto no es lo que parece. ¿A quién vas a creer más, a tus ojos o a mí?

3.- Llevadas tus tesis al último extremo resultaría que tú y yo tendríamos diferentes sistemas gnoseológicos y esta discusión sería inviable. Supongamos que tú eres católico creyente y yo soy ateo. Según esto, tú crees que el Evangelio dice la verdad y, por tanto, en un momento dado un hombre llamado Jesucristo convirtió agua en vino en Caná. Yo, sin embargo, no creería que eso sea verdad. ¿Es porque usamos sistemas gnoseológicos mutuamente irreducibles? Creo que no. Sencillamente tú te fías de la prueba testifical, te merece plena confianza el testigo que narra el hecho (aunque sea testigo indirecto); yo, en cambio, no tengo esa misma confianza, creo que el testigo está mintiendo y hago más caso de la prueba pericial de los químicos, que informan que el agua no tiene suficiente carbono como para que se produzcan en su interior moléculas de alcohol.
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Re: Papel actual de los filósofos 06 Abr 2011 16:35 #2247

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1. Por un lado, que estos dos uzbekos en particular no compartieran los mismos criterios no significa que en general, en muchas otras partes del globo y de la historia, grupos importantes de población – como pudieran ser los uzbekos – no compartan ciertos criterios epistémicos diferentes a los nuestros.

Y por otro lado, o bien el criterio de autoridad no es reductible al de los testigos y expertos que mencionabas, si concebimos que dicha autoridad no proviene de una probada presencia o pericia, sino de la simple vejez o de la dedicación por casta al monopolio de la interpretación de textos sagrados, supuesta fuente de verdad; o bien, si son reductibles es a costa de hacer el sistema circular, sin capacidad para explicar cómo se definen los “expertos” o “testigos”. ¿Mediante otros testigos? En este caso ese supuesto principio no sería tal.

2. Evidentemente es muy importante tu observación de que los sistemas gnoseológicos, compartan más o menos principios, se juegan sus diferencias fundamentalmente en la ponderación entre estos, es decir, en su jerarquía valorativa.

Sin embargo, sostengo que también hay discrepancia en los criterios: Haces notar que Galileo era creyente, pero para su nuova scienza, no pareciera que el de preservar el contenido de las Escrituras fuera un principio epistémico. Si salió por ahí sería para darse cobertura frente a sus inquisidores. Son varias las ocasiones en las que manifiesta que las Escrituras no son un libro de astronomía, pues dejarían mucho que desear como tal. Como Galileo, la mayoría de los occidentales, incluso los creyentes de hoy, admiten que la enseñanza bíblica no puede formar parte de los criterios de verdad - y desde luego, no en sentido literal. Sin embargo, como Bellarmino – aunque él en particular parece que estuvo más abierto a la posibilidad de tener que reinterpretar las Escrituras – hay muchos grupos humanos que hoy consideran necesario no sólo la preeminencia – cuestión valorativa – sino la inclusión de un criterio diferente al de los que occidente sostiene.

3. Si entendemos por sistema gnoseológico no sólo los principios sino también la jerarquía que los ordena, efectivamente, creo que en última instancia cada uno gozamos de una gnoseología diferente. Porque inevitablemente creemos – confiamos, dices tú – más en unos criterios que en otros, según las circunstancias. En gran medida, no obstante, podemos compartir – por cultura, o por alcanzar esa convicción – no sólo los principios que contemplamos sino también su ponderación. Ahora bien, sigo creyendo que, al margen de su ponderación, los principios pueden no ser los mismos, y que sus catálogos pueden culturalmente compartirse y, por lo mismo, ser culturalmente diferentes. En el ejemplo del vino de Caná, uno podría incorporar a su sistema gnoseológico – compartido por muchos otros – la idea de que las leyes que la ciencia descubre no presentan jamás una excepción, mientras que otros concebirán que podrían darse. ¿Son reducibles entre sí? Yo creo que no.
Javier Jurado
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